Bien, en primer lugar debemos
puntualizar que, así como el espacio no está minuciosamente
detallado, el tiempo no es
una excepción. A lo largo del transcurso
de la historia, se dan van dando pistas acerca de la duración del
tiempo aconte-
-cido durante las andanzas y vicisitudes de
nuestro protagonista.
Las únicas referencias
que adquirimos del texto se refieren a la transición del día
a la noche y viceversa. También
contamos con la indicación del intervalo
que el protagonista dedica a pasar en el castillo para demostrar su coraje
y
valentía (tres días). Utilizando
estas escasas anotaciones y empleando una correcta lógica, podemos
llegar a la conclusión
de que, desde que el protagonista abandona
su casa paterna hasta su ceremonia matrimonial con la princesa del reino
perteneciente al territorio en el que se narran
las peripecias del protagonista han transcurrido varios meses.
Por desgracia no poseemos
más información relacionada con el tiempo, y es que la autora
francesa se centra más en los
diálogos y en el cambio de escenario,
y por tanto de la acción que en la descripción temporal.
No poseemos tampoco
información concerniente a los cambios
climatológicos, lo que sería para nosotros como lectores
una información
sumamente importante para adivinar o intuir
en que mes se sitúa la acción. Además carecemos también
de información
acerca del tipo de vestimenta que nos localice
en el país o la zona geográfica en la que se encuentre.
Por otra parte se nos menciona
la presencia del Rey. Esto no nos ayuda en la especificación del
tiempo histórico, a
menos que juntemos este hecho con la existencia
de un castillo. Así pues, podemos ser capaces de afirmar que estamos
en un tiempo histórico cercano al feudalismo.
Esto lo demuestra la aparición de granjas, tabernas, personas ahorcadas,
etc... Sin embargo, esto no lo podemos asegurar
porque en esa época no era normal que un plebeyo tomara la mano
de un miembro de la realeza, en este caso
de una princesa, que es así como acaba la historia.
Analizando de este modo
la obra, debemos descartar que la historia se sitúe en la época
actual, ni trate hechos
concernientes a ésta.
Finalizando, hemos podido
sacar todo lo “sacable”, valga la redundancia, a este apartado, pese a
que el texto no ofrece
facilidades respecto a él. Hemos tenido
que deducirlo a partir de pequeños detalles que podrían haberse
pasado fácilmen-
-te por alto, de no haber sido por una gran
capacidad de observación por nuestra parte.
The Grimm Tale / M.R.Petit |
Academic year 2001/2002
© a.r.e.a./Dr.Vicente Forés López
© Lorenzo
Martínez Tarazón y Agustín Cacho González
Universitat de València Press
lomarta@alumni.uv.es
acagon@alumni.uv.es