Bétera es un pueblo con historia, prueba de ello, son los tres grandes yacimientos arqueológicos que tiene. Los primeros habitantes de Bétera se remontan al siglo VI adC, los iberos, ellos han dejado abundantes restos arquitectónicos y bien conservados, de los que destaca la muralla con las calles y casas que había en su interior. Dentro de las casas, se han encontrado muchos materiales que nos hablan de su vida cotidiana.
Recientemente se ha encontrado un yacimiento romano, concretamente una villa romana, en la zona de la huerta, caracterizada por la abundancia de agua, aún se puede observar una acequia de la época. De esta villa lo más significativo son las instalaciones destinada a tomar el baño en diferentes estancias y a temperatura variable: la natatio o piscina de más de 60 m², el frigidarium o baño frio, el tepidarium o baño templado y el caldarium o baño caliente. Esta villa romana a mediados del siglo V fue reconvertida por los visigodos en una granja, donde las termas las reconvierten en una almazara. En todo el yacimiento se ha encontrado abundante material cerámico de las dos épocas de ocupación
También cuenta con numerosísimos restos árabes, la torre "Bofilla" aún en pie, y pertenece a la alquería del mismo nombre, que según han demostrado las excavaciones realizadas en este yacimiento islámico, nace en el siglo XI y en 1358 la Orden de Calatrava decide trasladar a Bétera la escasa población de Bofilla debido a la expulsión de los mudéjares y a la peste negra.