B - Fuerza compleja
C - Cosmología
D - TDT
A- Espacio-tiempo en el campo gravitatorio (Relatividad General) (volver arriba ↑ )
Al. Einstein fomentó una teoría general sobre la curvatura de espaciotiempo, pero no explicó, según su marco teórico, a qué se debe dicha curvatura, qué leyes dictan que una masa (o energía) curve el espacio. Intentado responder a esta pregunta presento una posible correspondencia directa entre energía y espacio, y sus consecuencias directas e indirectas sobre el marco general de la física.
Solución propuesta:
Una masa M crea una curvatura espaciotemporal (o campo gravitatorio) tal que efectúa un estiramiento del mismo espaciotiempo para compensar el defecto de espacio* generado por la presencia de la vibración* (o energía) total de la masa, magnitud que representa una concentración de espacio. Es decir, cabe entender a la masa como una estado vibratorio del espaciotiempo, análogamente a la vibración de una cuerda de goma, cuya cresta representaría la masa, y las dos depresiones corresponderían al campo gravitatorio, con la única diferencia que, en el caso de la masa, la cresta se encontraría inmensamente plegada sobre sí (por la "complejidad" de las aparentes cuatro dimensiones, y sobre todo porque la masa es un estado energético entramado por las cargas eléctricas). La masa se mueve como lo hacen las vibraciones.
La primera consecuencia teórica es la relatividad general de la fenomenología: un cuerpo en caída libre tendrá una inercia propia virtual (principio de inercia del viajero *) que, según el observador no posee, sino que el cuerpo sufre una aceleración. Esto se ve bien en el efecto doppler en un campo gravitatorio: una luz monocromática de frecuencia n tiene una dirección de caída libre; la propia luz cree que su n es constante, pero un observador ve que la n va aumentando a medida que decrece la distancia a la masa gravitatoria.
De la relatividad general de la fenomenología se desprende que un cuerpo de masa M tienen asociado un espacio efectivo (ξ):
ξ = GM/c2 · ln (n/do)
B- Fuerza Gravitoelectromagnética (Grelma) (volver arriba ↑ )
Todo físico sueña en que las fuerzas que dictan los fenómenos de la naturaleza sean voces de una misma ley física, una unificación de las interacciones de la materia. Durante toda la historia moderan de la física se ha intentado unir la gravedad con el electromagnetismo, pero sin éxito. Aquí propongo una solución que parece defenderse de todas las pruebas a la que he sometido.
Solución propuesta:
Observando la ley de Coulomb y la de Newton, podemos pensar que resultan ser la misma expresión si las generalizamos para el campo de valores complejos, de este modo podemos considerar una magnitud como la otra en estado no-real (imaginario): mq = – (k/G)½ q · i
La carga no es más que un estado imaginario de la energía, cuya correspondencia con la misma es: E = – (k/G)1/2 · q · c2 · i
El hecho de concebir la carga como una masa imaginaria puede tomar forma inteligible si consideramos el eje de frontera que proporciona la velocidad límite (la luz), es decir, sabiendo que, matemáticamente, una masa que tuviese una rapidez superior a la de la luz se convertiría en masa imaginaria según la relatividad de Einstein (m = mo /a). Esa velocidad sería inaccesible para una fuerza real ya que el espectro másico de una carga real (es decir la masa que le corresponde a una carga) se encontraría en un espacio imaginario. De este modo, la fuerza de campo generalizada quedaría así:
F’ñ = –G · Mm/r2 ·|urñ ≡ |F’ñ = k ·Qq/r2· |urñ
De acuerdo con la correspondencia masa-carga-espacio, a la carga negativa le corresponde un espacio imaginario positivo, por lo que deducimos que a su campo le corresponde un espacio imaginario negativo, mientras que en la carga positiva ocurre lo contrario, es decir, la carga positiva es un espacio imaginario negativo y su campo un espacio imaginario positivo. En el caso del sistema gravitatorio, recordemos que la masa es un espacio real positivo, y su campo es un espacio negativo (energía negativa). Pues bien, puesto que suponemos que en los sistemas eléctricos, los objetos-fuentes, o sea las cargas, están ausentes, los sistema eléctricos sólo estarían integrados por sus campos.
Una consecuencia sencilla de dicha unificación es la predicción de una fuerza magnética para el campo gravitatorio:
|F21ñ = – GMm/r2 · { |urñ + [ |v2ñ ´ ( |v1ñ ´ |urñ )] /c2}
También podemos encontrar la ecuación de onda gravitatoria, que ahora estará asociada a la electromagnética (el fotón), y como prevé la relatividad de Einstein, la energía (el fotón) tendrá su propio campo gravitatorio (el gravitón).
C- Cosmología (volver arriba ↑ )
Cuestiones como a qué velocidad se expande el universo, cuán grande es, cuánta masa tiene y cuántas dimensiones alberga son y han sido preguntas que han invocado teorías especulativas de fuerzas antigravitatorias (para explicar la aparetnet aceleración) y de materia oscura que defina la masa total del universo. En este trabajo, basándose en la más elemental lógica, se ha desarrollado la hipótesis de el efecto globo que supuestamente sufre nuestro universo.
Para que haya efecto globo el universo necesita al menos 4 dimensiones espaciales (no 3), de tal modo que la hipersuperficie del globo tendría tres dimensiones y se correspondería al universo tal y como lo concebimos.
Y Si el universo tiene forma de globo de cuatro dimensiones, existen 2 soluciones posibles para la expansión del universo, una sencilla y otra más compleja. Supongamos que la solución más sencilla sea la correcta; en ese caso la velocidad de expansión del universo sería constante y eso tiene sentido porque para frenar la expansión radial se necesitaría una fuerza orientada en la dirección radial (la dimensión perpendicular al espacio) y la masa del universo no puede hacer tal fuerza ya que sólo puede hacer fuerzas pertenecientes al plano del universo (las tres dimensiones reales, por donde “circula” la luz); y además, también se deduce que T = 1/ H, es decir que la edad del universo es la inversa de la constante de Hubble, y efectivamente podemos comprobar que la inversa de Hubble denota un valor perteneciente al intervalo predicho sobre la edad del universo (entre 10 y 20 mil millones de años), pues dicho valor resulta ser 13’8·1010 años. De este modo, podríamos decir que el radio del universo corresponde a la cuarta dimensión ordinaria: el tiempo.
Se puede demostrar que, en dicho caso, la velocidad de expansión radial sería la de la luz, la cual cosa condiciona al concepto de "universo total", que se vería reducido hasta el radio de acción dictado por el producto del ángulo de posición y la velocidad de la luz, es decir, la región de la hipersuperficie del "globo" que genera un 'radián'.
Con todo esto quedan desveladas las posibles características de nuestro universo: masa total, tamaño, temperatura media, entropía, etc.
D- Interacción Fuerte-Débil-Grelma (IFG) (volver arriba ↑ )
En este apartado del trabajo lo que he intentado es reducir, mediante un modelo sencillo la concepción de las interacciones débil y fuerte a la concepción de la Interacción Grelma en un dominio especial (cuando estamos muy cerca de las partículas). No se trata de una teoría unificada a la perfección, sino de una base conceptual muy sencilla que implica la existencia de una única interacción: la Grelma. Para ver ello lo he formalizado como continuación del modelo unidimensional Grelma discontinuo.
Hipótesis del efecto perturbación real de carga
El campo eléctrico presenta un origen espacial en lo que denominamos radio crítico dominante (xo). Por debajo de éste se encuentra la perturbación energético-real complementaria a la carga, es decir, una densidad energética negativa, que consideraremos constante entre dos radios críticos (que serán xr y xo). Pues bien, el efecto de fuerza de dicha perturbación de ve reducida por pliegues del mismo espacio-tiempo (e-t) cerca del círculo central de la perturbación (con radio, con un factor n, el radio crítico medio [o total] xq), en proporción al radio crítico dominante (xo): es decir, encontraremos una reducción directamente proporcional al círculo 2pnxq e inversamente proporcional a xo. Por tanto, consideraremos la posibilidad de que la Interacción Fuerte (IF) se deba a dicha perturbación energética. Por otro lado descartaríamos la existencia de la carga de color (ya que no se nos hace necesaria) a favor de la carga absoluta que haría su papel conjuntamente con el número z que describe a la partícula.
Además, los leptones y los quarks pueden concebirse también como dos estados distintos de una misma entidad física, representada por unos "constituyentes" a los que llamo "cuartos". Con dicha base parece que se pueda reconstruir toda la física de partículas.
Reconstrucción de la física grelma a grandes distancias.
Si cogemos las definiciones de los radios críticos para distancias grandes a las partículas (o a los cuerpos complejos), podemos simplificar en número las expresiones: utilizamos aquellas que dan origen a las interacciones de largo alcance para definir la física grelma a grandes distancias. De este modo es muy sencillo reconstruir toda la física macroscópica. Para el caso de reconstruir la física cuántica, simplemente hay que fijarse en la hipótesis de correspondencia espacio-masa, donde las partículas son perturbaciones de espacio denso.
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A- Espacio-tiempo en el campo gravitatorio (Relatividad General)
B- Fuerza Gravitoelectromagnética (Grelma).
D- Interacción Fuerte-Débil-Grelma (FDG)
© 2004 ROBERTO MONCHO |