B- Fuerza Gravitoelectromagnética (Grelma)

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infraroig

- Introducción.

- Relación carga/masa.

- Fuerza de campos.

- Energía de campo complejo

- Equaciones de Maxwell para el campo complejo

- Culminación de la teoría e implicaciones

- Cuantificación de las magnitudes

 

 INTRODUCCIÓN

Es sueño de todo físico que las fuerzas que dictan los fenómenos de la naturaleza sean voces de una misma ley física, una unificación de las interacciones de la materia. Y a mí, como no, el tema siempre me ha atraído, pero, sólo me sé defender algo en el tema de la gravedad elemental y un poco del electromagnetismo básico, de este modo he podido especular mejor con estos campos.

Así pues, a partir de la muy atractiva analogía que existe entre las expresiones de la gravedad de Newton y la ley de Coulomb, he observado una posible solución simple que es común a las dos expresiones.

De este modo, propongo un principio de unificación de estos dos campos a favor del gravitatorio, por simple comodidad. [No obstante, en el último apartado de unificación se toma el otro aspecto del campo Grelma]

Relación carga/masa (volver arriba  )

Observando la ley de Coulomb y la de Newton, podemos pensar que resultan ser la misma expresión si las generalizamos para el campo de valores complejos, de este modo podemos considerar una magnitud como la otra en estado no-real (imaginario) Principio2.

 |Feñ = |Fgñ     ®   – Gm2/d2 ·|urñ = k q2/d2 ·|urñ     ®   m2 = k/( G) q2           ®          m = k½/( G)½ q         ® 

®          mq = (k/G)½ q · i      (1)

Hipótesis de la correspondencia carga-masa

La carga no es más que un estado imaginario de la energía, cuya correspondencia con la misma es: E = – (k/G)1/2 · q · c2 · i

El hecho de concebir la carga como una masa imaginaria puede tomar forma inteligible si consideramos el eje de frontera que proporciona la velocidad límite (la luz), es decir, sabiendo que, matemáticamente, una masa que tuviese una rapidez superior a la de la luz se convertiría en masa imaginaria según la relatividad de Einstein (m = mo /a). Esa velocidad sería inaccesible para una fuerza real ya que el espectro másico de una carga real (es decir la masa que le corresponde a una carga) se encontraría en un espacio imaginario (como más tarde se comentará).

Fuerza de campos ( |Fñ ) (volver arriba  )

Si consideramos válida la correspondencia carga-masa, tenemos que decir que toda ley y expresión referida a un campo es válida para el otro aplicando dicha correspondencia, claro está, siguiendo las leyes de la lógica.

F’ñ  = –G · Mm/r2 ·|urñ    ≡   |F’ñ   =  k ·Qq/r2· |urñ       (2)

 

|F’’21ñ = || |F’ñ ||  ·  [ |v2ñ ´ ( |v1ñ  ´ |urñ  )] /c2        f. magnética

|F21ñ = |F’21ñ+ |F’’21ñ   f. de campos

 

®    |Fñ = –G ·Mm/r2 ·|wñ   

|wñ = |urñ + [ |v2ñ ´ ( |v1ñ  ´ |urñ  )] /c2

relación entre las masa-cargas

|F21ñ = – GMm/r2  ·  { |urñ + [ |v2ñ ´ ( |v1ñ  ´ |urñ  )] /c2}     (3)

f. de campos aplicada a 2 debido a 1

Así pues, la interacción magnética en el campo gravitatorio simplemente es una ligera desviación de la relativista interacción gravitatoria, debilitada por el factor c2. Y esa debe ser la razón por la cual no se ha detectado este “defecto” de la gravedad, que ya sabíamos de la electrostática. Además, téngase en cuenta que la fuerza total que interactúa sobre una cuerpo, en un principio sólo es la componente real de la fuerza de campos.

Energía de campo complejo (volver arriba  )

Como decíamos en el capítulo anterior (parte A), parece ser que existe un principio sobre la conservación del espacio efectivo de un sistema abierto gravitatorio –incluida la masa- (campo que ahora generalizaremos a campo complejo). De tal modo que hemos deducido una expresión que relaciona el espacio con la masa, y por tanto, con la energía. Y ahora ya estamos obviando que también es válido para la carga eléctrica, siendo E = Mc2 , i siendo M = – (k/G)1/2Qi, entonces:

ξ = GE/c4 · ln (n/do)  *               (ver tema anterior)

Y, como el espacio efectivo es constante, la energía del campo complejo también es constante, como ya sabíamos por el principio de la conservación de la energía mecánica. Sea ξk el espacio lineal correspondiente al campo gravitatorio, sabemos que:

ξk = – ξ     Ù     ξk = G Ek /c4 · ln (n/do)   ®    Ek = – E

Sea M, la masa central y Ek la energía del campo gravitatorio:  Ek = – Mc2

Así pues, la energía total de un sistema complejo es siempre nula (pero eso no quiere decir que el espacio sea neutro energéticamente hablando, sino que su energía total es constante esté perturbado o no por una masa compleja, es decir, la energía de un sistema complejo  es nula en referencia a la energía de uno no perturbado).

Además hemos completado una “familia” de campos energéticos: la masa, el espacio, la carga positiva y la negativa. Son dos pares energéticamente simétricos, y entre ellos también. Este cuarteto se unifica en un concepto: energía compleja (o espacio complejo). De este modo la masa compleja (o energía compleja) de una partícula concreta sería igual a la suma de la masa relativista (mo/a) y la masa-carga (o masa imaginaria mq), mientras que la energía compleja de su campo es la suma de la energía real gravitatoria y la energía imaginaria gravitatoria (o de campo eléctrico), siendo la suma total (de las cuatro) nula, como acabábamos de decir.

De la teoría de la curvatura del espacio sabemos que el espacio efectivo (o propio, y por tanto, una magnitud constante) es igual al producto de la densidad espacial (de un determinado punto del campo gravitatorio) y el espacio impropio, esto es Lp = D·Li , así pues, como esto es válido para toda partícula en caída libre ideal (es decir: empieza a caer desde el reposo): ξp =ξi

Lp = D·L   ®     ξp =ξi   *®    Ep = D·Ei      (4)

Siendo Ep = (mo + mq )c2 = Energía propia (que es constante) = Mo·c2

Siendo Ei = (m + mqf )c2 = (mo/a + mqf )c2 = Energía impropia = Mt·c2

Si generalizamos la expresión 4 para todas las partículas (aunque su energía inicial no sea la propia en su caída libre), podemos decir que D·Ei = cte.

D·Ei = cte.    ®     (1+V/c2 Mt·c2 = cte.   ®     Mt·c2 +V·Mt = cte.      (5)

A la expresión 5 la llamaremos ley de conservación de la energía mecánica compleja de una partícula. A dicha energía total, la llamaremos energía mecánica (Em) en honor a la clásica.

Em = M t·c2 +V·M t       (5)

La energía mecánica de una partícula dentro de un sistema abierto (de campo complejo) es constante, y por tanto es igual a la energía inicial (Mi·c2) respecto un SR dado. Puesto que la energía del campo complejo es –Mi·c2, entonces la suma de toda la energía del sistema complejo es nula, como hemos ido insistiendo varias veces.

Obsérvese, que si las expresiones anteriores son válidas implican una pequeña desviación de la constancia de la carga eléctrica, pues, en la energía potencial compleja se “produce” una energía imaginaria “residual” al interactuar conjuntamente el campo eléctrico y el gravitatorio, pero es insignificante en comparación con el valor mq·c2. Sólo sería un poco significativo si las masas reales fuesen grandes, claro está, que en este caso, las masas suelen ser eléctricamente neutras:

Caso a:      Partícula cargada situada en un campo gravitatorio (complejo)

                                        Em = cte                                     mo/a = masa impropia        mqf  = masa-carga impropia

                                                                                            Sea el sistema de referencia la masa central

Em   = (mo/a + mqf)·c2  – G(Mo)/r · (mo/a + mqf)                   

       = mo/a ·c2  + mqf ·c2  – G/r · Mo(mo/a + mqf)

Re{Em} = mo/a ·c2  – G/r · (Momo/a)              Parte real de la energía mecánica

Im{Em} = mqf ·c2  – G/r · (Momqf )                   Parte imag. de la energía mecánica

     ® Im{Em}/c2 = cte. = mq

            m= mqf  – G/r · Momqf/c2

m= mqf (1 – G/r · Mo/c2 )

            m= mqf · D           

 

 mqf = mq/D

Esta sería la masa-carga impropia de la partícula en caída libre

                      

Obsérvese que en el caso de la Tierra el factor D (que corresponde a la densidad espacial) es muy cercano a 1, por tanto la variación es insignificante. De todos modos esa misma expresión responde a la expresión 4, ya que la carga también es energía. Téngase en cuenta no obstante, que, para obtener una carga distinta de una inicial, se necesita energía imaginaria y eso no se puede conseguir haciendo trabajo real sobre una partícula cargada (como ocurre en un acelerador de partículas), sino que se necesita un campo gravitatorio muy fuerte.

Por la misma razón, no se debe creer que se puede acelerar una carga puntual por el hecho de ser una masa, pues la aceleración que se obtendría sería imaginaria, respondiendo a la 2º ley de Newton relativizada [a = F/ mqf].


 

Caso b:      Sistema de dos masas cargadas en interacción compleja

                                        Em = cte                                     mo/a1 = masa1 impropia     mqf  = masa-carga1 impropia

                                                                                            Mqf = masa-carga2 impropia de la masa2

                                                                                            Sea el sistema de referencia un tercero

Em = (mo/a1 + mqf)·c+ (Mo/a2 + Mqf)·c– G/r ·(Mo/a2 + Mqf) · (mo/a1 + mqf)

Em = [mo/a1·c2] + [mqf ·c2] + [Mo/a2·c2] + [Mqf c2]  – G/r ·[Mo/a2·(mo/a1 + mqf) + Mqf(mo/a1 + mqf)]

Re{Em} = mo/a1 ·c2 + Mo/a2·c2  – G/r · [ Momo/a1a2 + Mqfmqf)]                   Re{Em} = cte.

Im{Em} = mqf ·c2 + Mqf·c2  – G/r · [mqfMo/a2 + Mqf mo/a1]                             Im{Em} = cte.

 

     ® Im{Em}/c2 = mq + Mq

                mq + Mq = mqf  + Mq – G/r · mqfMo/a2c2   – G/r · Mqf mo/a1c2

            m+ Mq = mqf (1 – G/r · Mo/a2c2 ) + Mqf (1 – G/r · mo/a1c2)

                               mo/a1 = m                    Mo/a2 = M

                              1 – Gm/r = D1               1 – GM/r = D2

                m+ Mq = mqf D2 + Mqf D1                            r = distancia entre la masa1 y la masa2

 

mq 1  +  mq 2 = mqf 1 D2 + mqf 2 D 

relación entre las masa-cargas

                          

Caso c:       Sistema de n masas cargadas en interacción compleja

Im{Em}/c2 = mq 1 + mq 2  + … + mqf n  

= mqf 1 + mqf 2  + … + mqf n  – G/c2·[mqf 1 mo 2 /r12a2  +… +  mqf 2 mo 1 / r21a1 +…+ mqf n mo n-1 / rnn-1an-1]

                     n                                                            n(n-1)

= mqf 1(c2+V2+…+ Vn)/c2 + mqf 2 (c2+V1+ V3 + …+ Vn)/c2   + … + mqf n (c2+V1+…+ Vn-1)/c2

                           n-1                                              n-1                                                     n-1

[Vi = – Gmo i / rjiai]             yj =1 + 1/c2 · iS [dijVi ]                 dij = 1 ó 0

        = mqf 1 y1 + mqf 2 y2   + … + mqf n yn

Sea qi = mq i              Qi = mqf i  [ = impropia]

iS (qi) = iS [Qi yi]             yj =1 + 1/c2 · iS [dijVi ]                 dij = 1 ó 0

Esta sería la generalización para el sistema de n partículas.

También podríamos identificar las cargas una a una como qi = Qi yi, siendo yi  la densidad de espacio total en el punto donde se encuentra qi (carga propia) y siendo la carga Qi impropia.

Observemos el caso b:

mq 1  +  mq 2 = mqf 1 D2 + mqf 2 D1

mq 1 mqf 2   +  mq 2 mqf 2  = mqf 1 mqf 2  D2 + mqf 2 2 D1

mqf 1 mqf 2  D2 = mq 1 mqf 2   +  mq 2 mqf 2 – mqf 2 2 D1

mqf 1 mqf 2  = (mq 1 mqf 2  +  mq 2 mqf 2 – mqf 2 2 D1)/D2

mqf 1 mqf 2  = [(mqf 2 – mq 1)(mq 2 – mqf 2 D1) + mq 1 mq 2 ]/D2

mqf 1 mqf 2  = mq 1 mq 2 / D2 + (mqf 2 – mq 1)(mq 2 – mqf 2 D1)/D2                                 mq 2 ≈ mqf 2 D1

mqf 1 mqf 2  ≈ mq 1 mq 2 / D2

 

mq 1 mqf 1   +  mq 2 mqf 1  = mqf 12 D2 + mqf 1mqf 2D1

mqf 1 mqf 2  D1 = mq 1 mqf 1   +  mq 2 mqf 1 – mqf 1 2 D2

mqf 1 mqf 2  = (mq 1 mqf 1  +  mq 2 mqf 1 – mqf 1 2 D2)/D1

mqf 1 mqf 2  = [(mqf 1 – mq 1)(mq 2 – mqf 1 D2) + mq 1 mq 2 ]/D1

mqf 1 mqf 2  = mq 1 mq 2 / D1 + (mqf 1 – mq 2)(mq 1 – mqf 1 D2)/D1                                 mq 1 ≈ mqf 1 D2

mqf 1 mqf 2  ≈ mq 1 mq 2 / D1

 

mqf 1 mqf 2  ≈ mq 1 mq 2 / (D2D1)1/2

 

 Si las partículas cargadas tienes masas muy grandes (p.e. estrellas de neutrones + protones), la interacción coulombiana se vería afectada por la curvatura de espacio complejo q se produce, con un factor (D2D1)1/2, de la forma siguiente:

Fo = G mq 1 mq 2 / r2  = k q 1 q 2 / r2              con campos gravitacionales despreciables

F = G mqf 1 mqf 2 / r2  = k q f1 q f2 / r2             con campos de potencial elevado

 

F ≈ Fo / (D2D1)1/2             

En conclusión: Para describir una interacción entre cargas más exacta se debe partir de las cargas impropias (q f  ó  m qf), que se corresponden realmente con las magnitudes observadas (igual como ocurre en el caso de las masas impropias reales). O bien, podemos usar el factor de corrección (D2D1)1/2, que es una mera aproximación.

Campo y partículas complejas

Si observamos las ecuaciones deducidas por la correspondencia entre masa y espacio, junto con la hipótesis de la generalización del concepto de energía a la carga, podemos comprobar que la carga positiva es espacialmente "equivalente" al campo de la carga negativa y viceversa; pero, ¿por qué estos sistemas se pueden anular entre sí y no ocurre lo mismo con la energía y su campo gravitatorio? Muy fácil: sea una carga negativa y su campo, y una carga positiva y su campo, los dos sistemas de dobletes se anulan entre sí: carga con carga y campo con campo, pero no una carga con su propio campo (aunque éste es "equivalente" a la carga opuesta), y esto mismo ocurre en un sistema de masa-campo, que no puede anularse. Esto es así por que la familia masa-carga no es más que vibraciones del propio espacio, siendo los campos perturbaciones provocadas por el estiramiento (o contracción) que rodea cada onda de energía (real e imaginaria).

El espacio inmutado debe entenderse como un conjunto de puntos de energías separados entre sí por una "distancia" elemental, mínima. A estos puntos los llamaremos Puntos de Sucesos Espacio-Temporales (PSET). Consideraremos estos puntos de energía positiva. Los fotones serían pues una acumulación de esos puntos mínimos de energía, creando así un estiramiento a su alrededor y por tanto, una deficiencia de energía en comparación con una zona de espacio inmutado. Dicho estiramiento corresponde al campo gravitatorio que entraña la perturbación representada por el fotón, así pues, por la deficiencia de energía en ese campo, se le asigna un valor negativo de energía, que hace referencia a "la energía que falta" y que justamente se corresponde a la energía que representa el fotón. De este modo podemos concebir el sistema energía-gravedad como una simple onda, que, como es lógico, no se anula intrínsecamente (entre fotón y gravedad). ¿Qué ocurre pues con las cargas?¿Por qué esa analogía con el sistema gravitatorio está por duplicado?. La interpretación que podemos hacer, para que haya una analogía simple y no duplicada es que, realmente, las cargas no son objetos-fuentes de campos sino los mismos campos, es decir, lo que nosotros llamamos carga “negativa” resultaria ser una campo “positivo” (en principio), y por lo que entendemos como carga “positiva” resultaria ser un campo “negativo” (en principio), y en cuyos centros deberían estar las cargas, y no están, pero da igual porque sus efectos si que están ya que son dictados por los campos y no directamente por sus fuentes. Eso quiere decir que sus fuentes no tienen un referente real, dicho de otro modo: aquello que provoca los campos no está en el espacio real, y esto no es una novedad porque se trata de magnitudes imaginarias (energías) que tienen una interpretación real como cargas. De todos modos, nosotros nos referiremos a veces como si esas fuentes tuviesen un referente real ya que si que hay una interpretación real como 'carga'.

De acuerdo con la correspondencia masa-carga-espacio, a la carga negativa le corresponde un espacio imaginario positivo, por lo que deducimos que a su campo le corresponde un espacio imaginario negativo, mientras que en la carga positiva ocurre lo contrario, es decir, la carga positiva es un espacio imaginario negativo y su campo un espacio imaginario positivo. En el caso del sistema gravitatorio, recordemos que la masa es un espacio real positivo, y su campo es un espacio negativo (energía negativa). Pues bien, puesto que suponemos que en los sistemas eléctricos, los objetos-fuentes, o sea las cargas, están ausentes, los sistema eléctricos sólo estarían integrados por sus campos.

Ilustración 6

 infraroig

A - Sistema gravitatorio. B - Sistema eléctrico-positivo C - Sistema eléctrico-negativo. Sea la línea discontinua el nivel del espacio no-perturbado, que consideraremos nivel de referencia, es decir, cero. Observemos que el campo B (de la carga positiva) es de energía imaginaria positiva (espacio imaginario positivo), siendo la carga positiva una energía imaginaria negativa (espacio imaginario negativo), de este modo el campo B (en el que el objeto-fuente se encuentra ausente) es análogo al espacio positivo que representa la masa central en A. Mientras tanto, el campo C (de la carga negativa -espacio imaginario positivo- que también es ausente en su sistema) representa un espacio imaginario negativo, análogo al espacio gravitatorio (que es real y negativo).

Pues bien, el hecho de que no existan unas partículas reales (objetos-fente) de carga (y sin masa), explicaría por qué no se han encontrado. Se sabe que en el espacio inmutado (nótese el uso de 'espacio inmutado' en vez de 'espacio vacío') existen partículas virtuales cargadas y sin masa, esperando capturar energía para manifestarse como reales; esto se sabe debido a la polarización del espacio inmutado (partículas reales cargadas, por ejemplo, positivamente, se ven envueltas de partículas virtuales cargadas negativamente). Así pues, la adquisición de energía de una partícula virtual puede entenderse como una interacción de tipo compleja (la interacción propuesta en este capítulo) ya que, una vez "unida" una carga a una energía, no sabemos separarlas con total "pureza" (es decir, por un lado sólo energía y por el otro, sólo carga), y sólo otra partícula de energía puede robarle la carga a la anterior (esto también es conocido en las desintegraciones - interacción débil -). La solución puede estar en que hay una fuerza matemáticamente imaginaria entre una carga y una energía (como previene la interacción "fuerza compleja") y que no puede anularse con una fuerza real (de ahí que nosotros no podamos separarlas) sino con una fuerza imaginaria (y eso tiene que ser interaccionando con energía).

Obsérvese que las ondas (o partículas) electrodébiles [fotón, W+, W-, Z0], que son los intermediarios de la fuerza electrodébil pueden ser entendidos como un mismo fotón en cuatro estados, dos de ellos en carga, es decir, interaccionando con el espacio imaginario. En nuestra nueva interacción unificadora, proponemos el gravitatón como onda en el espacio con deficiencia de energía (esto equivale a "energía negativa"), siguiendo, metafóricamente la siguiente analogía con el sonido: las ondas de silencio (gravitatones) se encontrarían inmersas en un aire uniforme de un sonido débil (energía de espacio) y donde también hay ondas de sonido más fuerte (fotones). Esta "partícula" propuesta puede incluirse en la familia de intermediarios de la fuerza electrodébil, formando así un quinplete: fotón, gravitatón, W+, W-, Z0. De donde podemos deducir lo siguiente:

W-= fotones reales + fotón imaginario (carga negativa)

W+ = fotones reales + gravitatón imaginario (carga positiva)

Z0 = fotones reales + fotón imaginario + gravitatón imaginario

 Por lo que tal vez, podamos reformar la familia de intermediarios con un cuarteto: fotón, gravitatón, fotón imaginario, gravitatón imaginario; es decir, [g, g, gi, gi]; que, a la vez pueden describirse como cuatro estados energéticos del fotón generalizado.

Además, lo más probable es que el fotón mínimo (g) esté formado por tres PSETs ya que la carga elemental (la carga mínima de una partícula libre) correspondería al fotón mínimo y, como dicha carga está integrada por tercios de carga ligados (por ejemplo, las cargas de los quarks), un tercio de la carga elemental debería corresponderse a un PSET (energía mínima ligada), ya que el tercio es la carga mínima ligada. Incluso el espacio podría seguir una analogía más completa con la interacción de la cromodinámica cuántica, pudiendo intervenir anti-PSETs en la conjunción del fotón mínimo (como ocurre en los quarks, donde el protón -positivo- está integrado también por un quark negativo -down-, además de los dos positivos -up-), así pues, podría ser que:

Fotón mínimo ? = 2PSET + 2PSET + anti-PSET

Protón = up + up + down

Pero en un principio no consideramos que la distancia entre quarks sea la mínima permitida entre dos partículas reales, porque la distancia entre las cargas (que representarían la analogía con los PSETs) se ve inflada por la energía de los quarks y, además, ¿que ocurriría con los gluones? ¿no están situados entre los quarks?. Y también hay que tener en cuenta que la analogía sería más correcta con un electrón en vez de un protón, puesto que la carga que se corresponde con el fotón elemental es la carga negativa como prevé el principio de correspondencia; pero de todos modos no conocemos la estructura del electrón (aunque debe ser análoga a la del protón), quedando el protón (o el positrón) para compararlo con un gravitatón.

De todos modos, en esta temática no seguiremos porque es un terreno desconocido e incluso volátil.

Hemos visto un posible concepto común entre PSET y un tercio de la carga elemental. Aunque, mirándolo bien, las cargas resultan ser cantidades de energías imaginarias muy infladas respecto a lo que deberían ser en reposo (cuando serían realmente elementales). Así entonces, las cargas pueden ser concebidas como un efecto de interferencia en el espacio real causado por unas partículas de masa imaginaria. Es decir, la carga elemental tan sólo sería un fotón elemental (de energía propia igual a la de reposo) que tiene como energía impropia la relativista correspondiente si su velocidad fuese ligeramente mayor que la de la luz. A ese estado particular del fotón lo llamaremos taquión de energía, en alusión y honor a las anteriores especulaciones de algunos físicos sobre la existencia de unas partículas más veloces que la luz, a las que llamaban taquiones.

La única correspondencia que se puede sacar entre las partículas elementales (fotón y taquión) es la correspondencia impropia, que es la propuesta al inicio de este  capítulo (correspondencia entre masa y carga), pues no tiene sentido hacer una correspondencia propia ya que el taquión de la carga (masa imaginaria) en reposo se correspondería al fotón elemental (masa real), rompiendo así la dualidad masa-carga a favor de la unificación de las dos partículas como una sola: el fotón. Por tanto, la correspondencia útil es la impropia, pues con ella tenemos una única fuerza, común para la masa y la carga (masa imaginaria): la fuerza compleja.

Sea mp la masa propia del fotón mínimo en reposo (fotón elemental) que suponemos equivalente a la masa en reposo del taquión de la carga elemental (ei), y mi la masa impropia de dicho taquión-carga, es decir, su masa relativista.

mi =  (k/G)1/2 · ei · i                                         mi = mp / a

mp / a = – (k/G)1/2 · ei · i    ®  a = –  mp / [(k/G)1/2 · ei · i]  ®   a = mp/ei ·(G/k)1/2 · i  ® (1 – v2/c2) = – mp2 · G/kei2   ®  

    ®  (v2/c2 –  1) = mp2 · G/kei2    ®  (v2 –  c2) = c2 · mp2 · G/kei2    ®   v2  = c2·mp2 · G/kei2 + c2   ®  

   ®  v  = c·(1 + mp2G / kei2)1/2   ®  

v  = c + ½ mo2/e2 ·[G/k] ·c        (4)

Así pues, la expresión 4 denotaría la velocidad de un taquión de energía. Obsérvese también que, como la carga aparente (la carga impropia) puede aumentar en comparación con la carga propia, la velocidad taquional impropia también debería aumentar y aquí entramos en una relatividad de velocidades regida por un campo complejo (ya que es la única manera de modificar la carga aparente, y recordemos que qi = qp / D):

                                   at = mp/ei ·(G/k)1/2 · i                          ei = ep / D

                 ® Definiremos una constante elemental: factor de taquión (T)

T = mo/ep · (G/k)1/2

de forma general, donde  ep es - e  ó  +e

De este modo, tenemos la cantidad de reposo del taquión energético elemental como:

at =  T · D · i       (5)

Además, para el fotón real tenemos que hni = moc2/ax = hno/ax de lo que deducimos que:

ax = moc2/hnp · D    [np es la frecuencia propia del fotón cualquiera y mo es la masa en reposo del fotón mínimo]

                 ® Definimos un parámetro no constante: factor del fotón (X)

X  = moc2/hn

Así pues, queda como:

ax =  X · D      (6)

Obsérvese que hemos tratado al fotón como a una partícula cuyo estado en reposo existe. El fotón en reposo (fotón elemental) es una onda estacionaria de frecuencia no (y su masa es mo *). De este modo, un fotón con frecuencia np equivale al fotón elemental acelerado hasta ax, teniendo siempre una velocidad ligeramente inferior a parámetro 'c' (la velocidad de la luz teórica). La velocidad de un fotón real  cualquiera resultaría ser:

ax = (1 - v2/c2) 1/2  ®   v = c (1 - ax2) 1/2  ®   v = c (1 - no2/ni2) 1/2

v = c (1 – no2/ ni2)½      (7)

v ≈ c – cno2/2ni2              no =  moc2/h

*             Según estudios recientes, algunos físicos consideran un límite superior para el fotón de mo = 4·10 - 51 kg , pero, como más adelante veremos, la masa en reposo será mucho menor (y por tanto no también lo será)

.

Y en general, para cualquier fotón real o imaginario:   v = c·(1 - a2) 1/2

 Además podemos generalizar la energía de una partícula compleja de masa en reposo mo y carga b·e efectiva; siendo mo y e la masa y la carga elementales, respectivamente, y siendo a y b dos números enteros:

E = moc2 · (a/ax + b/at)      (8)

E = (mreal + mimag.)c2 º moc2/a

a = 1/(a/ax + b/at)

Hay que tener en cuenta que la parte real y la parte imaginaria tienen velocidades distintas e independientes, pues los taquiones de energía, aunque tienen un referente real en "nuestro" espacio, en realidad se encuentran en un espacio perpendicular al nuestro (ya que representan un espacio puramente imaginario) viajando a sus propias velocidades (más altas que la luz), pero eso sí, interaccionando con el espacio real por medio de la fuerza compleja. El referente real de un taquión es una proyección puntual sobre el espacio real, manifestándose intermitentemente y anulándose al instante con su antiproyección; pero en el caso de que un fotón suficientemente energético lo capture mediante una fuerza compleja (pasando cerca de dicha proyección), adquiere cierta vida real conjuntamente con el fotón e integrando una partícula real cargada eléctricamente.

Mientras tanto, el fotón elemental del que hablábamos se trataría, como hemos comentado antes, de una estructura de tres PSETs efectivos, con una frecuencia mínima no, es decir, se trataría de una onda estacionaria. Del mismo modo, la materia clásica se trataría de una combinación entre proyecciones de taquiones y fotones reales, formando así, partículas cargadas que, a su vez, se ordenan y se combinan para constituir nucleones, leptones, átomos y moléculas.

Ecuaciones de Maxwell para el campo complejo (volver arriba  )

Definmos una constante: J = (G/k)1/2 i

q2= (-G/k)m2      ®   qm = (G/k)1/2 · m · i

                        qm = J·m                                  Esta es la relación fundamental (rf)

I = dq/dt = J · dm/dt = J/c2 · de/dt e = mc2                g = J·E

int1  int2  int3

Id = eo dFe /dt = eo/J ·dFg /dt                      

La intensidad, ahora compleja, debe cumplir las ecuaciones de Maxwell (o bien algo más general).

Estudiemos la ley de Gauss:

int4

E = k Q/r2      (rf)®   E = k[(G/k)1/2·m·i] = (k/G)1/2·(– i)·[ – GM/r2] = 1/J · g

 

int5

1/eo Q = 4pG M ®  kQ = GM/J

                            k[(G/k)1/2 · M · i]= GM/J

                            k1/2G1/2 · i ·J = G                ®        G  = G         Como era obvio.

Ahora observemos la ley de Faraday

int6

A continuación, completaremos la ley de Amper

int7

Ondas gravitoelectromagnéticas (ondas grelma):

Suponiendo que la energía del vacío es constante en el tiempo, podemos hacer una completa analogía entre las ecuaciones de las ondas electromagnéticas y las gravitomagnéticas

int8

2/x2 · Ey = – 2/xt · Bz = 1/c2 ·2/t2 · Ey 2/x2 · Ez = – 2/xt · By = 1/c2 ·2/t2 · Ez

2/x2 ·gy = – J·2/xt · Bz = 1/c2 ·2/t2 ·gy

 

2/x2 ·gz = – J·2/xt · Bz = 1/c2 ·2/t2 ·gz

 

Además podemos podemos definir un campo magnético (b) para el campo gravitatorio: b = J·B

 

|Bñ = E ·|nñ

       ®    |bñ = J·|Bñ

bñ = g ·|nñ = J·E·|nñ

|nñ = [(|vñ  ´ |urñ )] /c2

v = c  ®  |Bñ = 1/c · |Eñ ´ |urñ

La densidad de energía definida en la teoría electromagnética de Maxwell, puede contemplarse de forma generalizada para la hipótesis de las ondas grelma:

Ue = ½ ·eoE2 = ½ · eo(g/J)2 =  – ½ · eog2 · K/G  =  – ½ · eog2 · w/eo – ½ · wg2 = Ug            formalmente

Um = ½ B2/mo = ½ (b/J)2/mo = – ½ b2/mo · w/eo = – ½ g2 · w/c2 – ½ · w/c2 · b2 = Ugm           formalmente

E = B/c                                                  g = b/c

U = Ue + Um = Ug + Ugm = eoE2 =  – wg2

De la teoría electromagnética, sabemos que la densidad de energía (U) se corresponde a la presión que ejerce la radiación:

eoE2 = U = [F]/A ≡ [kQ2/r2]/4pr2 = [– GM2/r2]/4pr2

A, partir de esta relación, podemos definir un parámetro: la fuerza propia o autofuerza [y]

[y] = [kQ2/r2] = [– GM2/r2]

La autofuerza [y] es la fuerza de un campo propio (electrogravitatorio) que genera una energía (h) a lo largo de todo el universo repartida, disminuyendo su densidad, desde la distancia límite de los acontecimientos (x = GM/c2), hasta la distancia radial máxima del universo (n). Dicha energía puede calcularse como el trabajo que realiza dicha fuerza al trasladarse un cuerpo-prueba desde la distancia límite hasta la máxima:

h = ∫univ. [y]· dr = –  Mc2                         h = {sup = n, inf = GM/c2}∫ [– GM2/r2]dr = GM2/n – GM2/(GM/c2)

Esto es, la energía del campo grelma de una partícula, es la complementaria a la energía total de dicha partícula, de tal modo que la suma de toda la energía impropia del espacio del universo es igual a cero.

Cuando se habla de energía impropia del espacio se refiere a toda aquella que responde a una perturbación en el continuo energético del ‘vacío’ del espacio, es decir, a la masa neo-relativista  junto a su campo complejo asociado. La anulación de la suma responde a la conservación de la energía del espacio, pues la energía total de un sistema abierto de espacio perturbado ha de ser igual a la energía del mismo espacio sin perturbar (ley de la conservación del espacio efectivo total). Recordemos que al inicio de este trabajo se había formulado la hipótesis de la curvatura-compensación, que, como acabamos de comprobar, está de acuerdo con la hipótesis de una teoría gravitoelectromagnética.

Otra conclusión del resultado de la integración es que la energía del fotón se correspondería además con la energía del campo electromagnético asociado a él:

 

  e = hn = mc2 = ∫   [y] dr        ®     [y] = eoE2· 4pr2    ®     E ≡ Gm/r2 = Ghn/c2r2

Es decir, el fotón es un campo positivo, cuya autofuerza se corresponde a la opuesta de su campo gravitatorio (campo negativo), de tal forma que el fotón, que es un campo positivo, es a la vez un campo electromagnético pero sin cargas reales como fuentes.

Por último, la interacción compleja |Fñ puede escribirse también como la media geométrica de signo intrínseco entre las autofuerzas, dos a dos:

Definiendo  |urñ como el vector unitario radial (que define la posición relativa u12 = u2u1):

|F12ñ = [y1]½[y2]½ ·|u12ñ                                                [y]½ = k½ ·Q/r  = G½ ·M/r ·i = U½ ·(4pr2)½

Fuerza ejercida por la partícula 1 a la 2

De este modo queda bien definida la interacción compleja de forma independiente de la definición neo-clásica planteada al principio de este capítulo.

 

 
 
 

  

Culminación de la teoría e implicaciones (volver arriba  )

En el apartado anterior, hemos recordado que la energía asociada al campo gravitatorio era la misma que le corresponde a la fuente, pero de signo cambiado, es decir, la complementaria. Además, sabemos que estas energías son en realidad un exceso de espacio para la masa, y un defecto para su campo gravitatorio., pudiendo así asociar una longitud para la masa (y para su campo). Pero hemos comprobado también que el defecto de energía instalado en el campo gravitatorio se encuentra desde el límite de los acontecimientos (x) hasta el resto del universo (n); no obstante en la primera parte de esta teoría se ha supuesto que dicho defecto de espacio (o energía) se encontraba entre la distancia radial mínima (do) y la máxima; y como hemos comentado en la última parte, parece ser que esto no es así, lo cual repercute en la enunciación del espacio asociado a una masa:

ξ ¹ GM/c2 · ln (n/do)

ξ = GM/c2 · ln (nc2/GM)

Pero este cambio no influye, en lo general, con los resultados obtenidos en la primera parte de este trabajo ya que, aunque nc2/GM no es constante, se puede decir que no varía en general:

          ξ = GM/c2 · [ ln (nc2/G) –  ln (M) ]          en general, M << nc2/G   ®  ln (nc2/G) –  ln (M) ≈ cte

Por tanto, y puesto que lo que importaba era la linealidad entre la masa y su espacio asociado, la corrección no afecta en absoluto a la teoría general de la fenomenología ni a la rededucción de la relatividad restringida (de A. Einstein) que se desprende de ella.

 No obstante hay algo muy importante que aparece como consecuencia de esa pequeña corrección, veámoslo:

Si escogemos el caso donde M = nc2/G, entonces es nulo y eso se puede interpretar de la siguiente manera: Dicha masa es tan grande que, al ocupar todo el universo, no puede desplazar el espacio-defecto (campo gravitatorio) a su alrededor y, por eso el exceso que representa esa masa es nulo. Esto significa que la masa del universo es Mu = nc2/G (masa neta del espacio-tiempo de nuestro universo, ya que la masa ordinaria se anula con su campo gravitatorio). Dicha masa se encontraría virtualmente repartida entre los PSETs (puntos de sucesos espacio-temporales), de tal modo que:

d = n/do = s·Mu /mo

siendo d el numero de PSETs del universo

        mo = masa en reposo del fotón =  ‘s’ veces la masa de un PSET = s·m s

do = distancia radial mínima = radio de un PSET.

De la relación anterior se desprenden las siguientes expresiones:

d = nc2/Gms           do = Gms /c2 = Gmo/sc2               n = G Mu /c2

Revisemos también, la energía asociada al campo gravitatorio (h), o complejo: Si Mu es tan grande que no puede desplazar defecto de espacio a su alrededor, sea lo mismo que no tener campo gravitatorio, entonces la energía asociada a él debería ser cero, y por tanto Muc2 sería la energía neta del universo (ya que no se anula con la de su campo). Y efectivamente así es:

h = ∫ [– G Mu2/r2]dr = G Mu2/n – G Mu2/(GMu /c2) = nc4/G – nc4/G = 0

Mu = nc2/G

Por tanto, la energía (y el defecto de espacio asociado) del campo gravitatorio se encuentra distribuida entre GM/c2 y n. ¿Qué hay pues entre do y GM/c2? La respuesta podría ser la siguiente:

Entre do y GM/c2 se encuentra la energía de la masa. De este modo, entre dichas distancias habría el campo positivo (masa) en oposición al campo negativo (gravedad), y también tendría una energía asociada (h’), que sería, por supuesto, Mc2. Pero, claro, esto significa que cabría definir una autofuerza especial para dicho intervalo, que indicaría como se distribuye la energía positiva. Así pues propongo la siguiente expresión para h’ (siendo su campo de predominio do y GM/c2, pero, como en un fotón, realmente el campo energético-positivo se extiende por todo el universo):

h’ = ∫   [Mc2do/r2]dr =   ∫   [GMms/r2]dr = Mc2 – msc2         Intervalo principal  (do,  GM/c2)               [do = Gms/c2]

h’ = ∫   [Mc2do/r2]dr =   ∫   [GMms/r2]dr = Mc2                     Integral para todo el dominio de h(do,  n

[y’] = GMms/r2                           Puesto que está definido como una autofuerza, (Mms)½  = M’

[y’] = GM’2/r2             ®             g = [y’] / M’ = G(Mms)½ /r2                 ®        V = G(Mms)½ /r

De este modo, el campo gravitatorio (el potencial) sería discontinuo en el punto GM/c2, y estaría definido de la siguiente forma [para toda masa, real o compleja]:

V =

= G(Mms)½ /r 

r Î  [do , GM/c2]
= GM½ /r · [ms½ – M½] ≈  – GM/r2 r Î  ]GM/c2, n]

Adviértase, entonces, que con esta corrección de la teoría neo-clásica, tenemos resultados distintos para la cronomecánica en las cercanías de un agujero negro, pues, por ejemplo ya no se podrá viajar al pasado, ni desaparecer de la realidad espaciotemporal estándar. Por otro lado eso supone un alivio para la integridad de los sucesos.

Ilustración 7

infraroig

Matización de la ilustración 6. Representación de las lineas de espacio en respuesta al potencial gravitatorio (V).

r = GM/c2 mientras que  x = distancia entre el potencial mínimo y el pto. de inflexión. Parece ser que en la realidad x = 0, es decir los dos ptos. coinciden.

Tengamos en mano les expresiones de las autofuerzas primaria y secundaria:

[y’]   = GMms/r2              r Π [do , n]                            autofuerza primaria

[y]    = – GM2/r2              r Π [GM/c2, n]                      autofuerza secundaria

Otra cosa que cabe revisar es la definición de ‘límite de los acontecimientos’ pues ha de ser una distancia real, y tal como hemos definido (para toda masa compleja) se convierte en un número complejo. De este modo pues:

x = G||M||/c2

 

De este modo tenemos una expresión general para las energías asociadas al campo complejo. [Integral definida ={inf , sup}∫ ]

h’ = {do, n}∫   [GMms/r2]dr = Mc2            "masa compleja                      [do = Gms/c2]

h = {GM/c2, n}∫    [GM2/r2]dr =  – ( M2 / ||M|| )c2             "masa compleja

La energía asociada a la autofuerza primaria se correspondería igualmente con la energía de la fuente. Ahora bien, la integración de la autofuerza secundaria es distinta a la inicial, siendo en este caso, como resultante una energía real aunque la masa sea compleja. Así pues, en el caso de la gravitación ordinaria, resulta ser la energía opuesta a la fuente (manteniéndose las leyes de la conservación del espacio efectivo total y real), pero en el caso de la electroestática (y por tanto, del electromagnetismo) la energía asociada a los campos es siempre positiva, lo cual indicaría que, para formar un diferencial de potencial eléctrico a partir de un sistema en conjunto neutro, se precisa de la aportación de energía (que será empleada para ‘constituir’ los campos). Y esto está de acuerdo con las leyes del electromagnetismo; miremos, por ejemplo, la energía (positiva) asociada al campo de una onda electromagnética.

Por el contrario, para formar campos gravitatorios no se precisa de energía en un balance neto, ya que las energías se compensan. Por esta razón, podemos tener una idea de lo q entraña la energía: nada, ya que toda ésta se verá “anulada” (en sentido de balance) por su campo gravitatorio. Y de aquí surge la paradoja: “la conservación de energía sugiere que la energía se creó”. Esto es: según parece, podríamos formar masas (energías positivas) junto con sus campos gravitatorios, ya que el balance energético sería el mismo (conservación).

La solución a esta paradoja está en recordar como se entendió el sistema gravitatorio, que era como la transmisión de un pulso del espaciotiempo. Observemos pues que ocurre en el aire cuando le damos una nota (“impulso”): se crea una zona de presión positiva y otra de presión negativa respecto al estado calmado (en analogía presión-energía) pero gracias al impulso que nosotros le hemos dado al aire. Esto es, habíamos creado una zona de presión positiva (analogía con la “creación” de masa) gracias a que hemos introducido un impulso, la nota (analogía a la masa que se adentra en un sistema de espaciotiempo abierto). Por tanto, para “formar” masa se necesita la introducción de ésta (al menos en forma de energía).

Una vez comprendida las correspondencias enegéticas y espaciales de las cargas (es decir, de sus campos de autofuerza), observemos la definición, para las cargas, de las parejas de espacio-imaginario/espacio-real que se desprende del principio de equivalencia entre masa (en este caso imaginaria) y espacio. Pues, tendríamos, para cada carga, un espacio imaginario (campo de autofuerza primaria) y otro real (campo de autofuerza secundaria), con ξ = GM/c2 · ln (nc2/GM).

De este modo, pese que no existe anulación (o compensación) energética (o espacial) entre los dos campos de autofuerza de una misma carga (cosa que si que ocurría para la masa), la conservación del espacio efectivo total se cumple conjuntamente para el sistema dual de cargas: Entre un espacio no perturbado y el mismo espacio una vez formado un sistema dual de cargas, se conserva la carga (energía imaginaria), la energía real asociada a los campos y (por tanto) el espacio efectivo total. En cambio, si una carga individual se adentra en un zona de espacio imperturbado, se viola, aparentemente el principio anterior; pero, si observamos de más de cerca la carga que se manifiesta en dicho espacio, observaríamos que se rodea de cargas virtuales opuestas, como intención de cumplir el principio. Se trata pues de la polarización del vacío (vestimenta de una carga), que se correspondería con un campo secundario (muy débil) asociado al campo de la autofuerza primaria de una carga.

Por último, para completar el análisis de la unificación gravitoelectromagnética (grelma), debemos prestar atención al caso del magnetismo asociado a la gravedad no estática. Observaremos, pues, un caso concreto de magnetismo gravitatorio al que llegaremos del caso general de la fuerza de Lorentz. La intención de este estudio será proponer un experimento que intente demostrar la validez de la teoría.

                                                                      

Fuerza de Lorentz:                                        |urñ = |rñ/||r||           |u1ñ = |v1ñ/||v1||           |u1ñ = |v1ñ/||v1||

m =hn/c2

                   |F21ñ = – GMm/r2  ·  { |urñ + [ |v2ñ ´ ( |v1ñ  ´ |urñ  )] /c2}

1-Caso de dos fotones cualesquiera:                ||v1|| = ||v2|| = c

                   |F21ñ = Gh2n1n2/c4r2  · { [ |u2ñ ´ ( |u1ñ  ´ |urñ  )] – |urñ }

2-Caso de dos fotones de direcc. paralelas:                Sentidos:        u1 = ±1        u2 = ±1

                   |F21ñ = Gh2n1n2/c4r2  · (u2u1 –1) · |urñ

3-Caso de dos fotones iguales, de la misma dirección y sentidos contarios:

                   |F21ñ = 2Gh2n2/c4r2  · |urñ = 2·|Fgravit.ñ

                   |a totalñ = 2·|Fgravit.ñ / m  =  2·|gñ

4-Caso de dos lásers iguales, de la misma dirección y sentidos contarios:

                                                                                               Ien. = intensidad de energía = de/dt

                                                                                               J = factor de correspondencia = (G/k)1/2 ·i

 

 

 

 

 

El láser 1 provocará una intensidad gravitatoria (g) en el punto P situado en el haz del láser 2. Dicha intensidad resultará de la suma entre las intensidades dg que provocan las secciones dm del láser1. R << L

Disponemos de dos lásers idénticos pero de intensidad energética (Ien) con sentidos opuestos. A cada láser podemos asociar una masa M = Ien t /c2 = Ien L/c3 , y también una densidad lineal másica: l = dm/dl = M/L = Ien /c3.

dg = – Gdm/r2 = - G ldl/r2                                        r2 = R2 + l2

dg = – G ldl / (R2 + l2)                                   1/(R2 + l2) = 1/R · [1/(1 + (l/R)2) · (1/R)]

g = {a,b}∫  – G l / (R2 + l2) · dl = – [Gl/R · atg(l/R)]

 

P está en la posición x:           a             b                 g

                             0         -L/2        L/2         – Gpl/R

             cercana a 0         -L/2        L/2         – Gpl/R

                        -L/2           0            L          – Gpl/2R

            L/2       -L        0          – Gpl/2R

 

Si L >> R, la intensidad gravitatoria (g) a lo largo de las posiciones (x) se mantiene más o menos constante con un valor g’ =  – Gpl/R.

Como hemos deducido en el caso 3, la aceleración total (|a totalñ) que sufren los fotones de sentidos opuestos (una aceleración que es normal a la trayectoria) es igual al doble de la intensidad gravitatoria de la trayectoria de los fotones. Así pues:

|a totalñ =  – 2pGl/R · |u Rñ                                               t = L / c

La desviación = DR = || a total || t2/ 2                                  DR = pGlL2/Rc2 = pG Ien L2 / Rc5

El experimento debería realizarse en un lugar del espacio donde g << g’ y también se debería intentar que L >>> R, así como tener una Ien muy muy alta.


Con todos los datos del caso anterior, podemos idear un experimento, prediciendo la desviación (DR), para así hacernos una idea sobre la precisión que se requiere para demostrar la validez de esta teoría.

En primer lugar, averigüemos que valores deberían tomar L, R y Ien para poder realizar una medición fiable. Pensaremos el experimento para tres lugares:

1 – La Tierra: desierto de Sáhara. Dos torres separadas por 1200 km: Atlas-Ahaggar

                         desierto de Austalia. Separación 1100 km: Mt_Newman-Sas. Musgrave.

La aceleración de la gravedad no repercutiraá en la desviación descrita anteriormente ya que esta es horizontal y la de la gravedad es vertical (y para los dos lásers).

Pongamos una separación de los lásers de 1 mm. ¿Qué intensidad han de tener los lásers para q se observe una desviación de 1mm?

DR = pG Ien L2 / Rc5                              Unidades del S. I.

10 – 6 = p · 6’67 · 10 – 11 Ien (1’2·10 6)2 / (10 – 3 · 2’99795·1040)                   Ien = 8’025 · 1030 J/s

 

2 – Satélites artificiales: Dos satélites estacionarios entre sí, separados por 100.000km, con radio a la Tierra de 50.000 km.

Se debería conseguir una estaticidad relativa perfecta entre los dos satélites durante unos segundos, algo casi imposible.

Hagamos la misma pregunta.

10 – 6 = p · 6’67 · 10 – 11 Ien · (10 8)2 / (10 – 3 · 2’99795·1040)                          Ien = 1’156 · 1027 J/s

 

3 – Luna-Plutón: Nuestra Luna y un planeta exterior, Plutón. Distancia aproximada 6 · 1012 m.

Debido a la “estaticidad” de la Luna y el gran período sideral de Neptuno, hace que, dicho sistema, sea un “buen” candidato para el experimento.

Aquí tenemos el problema del tiempo: la duración requerida para el experimento (debido a la finidad de la luz), así como el tiempo de espera para preparar el experimento.

Hagamos la misma pregunta.

10 – 6 = p · 6’67 · 10 – 11 Ien · (6·1012)2 / (10 – 3 · 2’99795·1040)                      Ien = 3’21 · 1017 J/s

 

La cuestión es: ¿nuestra tecnología permite que algunos de estos candidatos sea viable para el experimento ideado? ¿o tendremos que jugar con espejos para no tener que extender el experimento a una escala inaccesible? De igual modo, si queremos imitar la distancia de la Luna a Plutón encerrando el recorrido de los lásers entre espejos, necesitaríamos una cantidad bestial de ellos y de condiciones perfectas, las cual cosa sería igual o más difícil que hacer viable tercer candidato.

El tiempo dará la respuesta.

Cuantificaciones de las magnitudes (relacionadas con el campo complejo): (volver arriba  )

- distancia = k·do                         kmax = n/do = d

- masa = j·mo                                lmax = s·Mu /mo = d           s = 1 ó 3 exclusivos

jmov /a = p = h/kdo              ®          a = kjdomoc/h              ®        a = kjGmo2v /shc2      "partícula

 

Para el fotón:             j = 1     v ≈ c     ®   a = kGmo2/shc  

    

La energía total (Et) para el fotón es:

     Et = moc2/a = shc3/kGmo                a = 1   ®      k es máximo:         kmax = shc/Gmo2 = d

      Ídem:      a·moc2/a = b·moc            a = b/a    ®   amin = 1/d,           si k =1 ®    d = 1/a = shc/Gmo2

 

  Mu  = d mo/s =  hc/Gmo = nc2/G  

    Et = shc3/kGmo = hn                          n = sc3/kGmo                       t = 1/ n = kGmo/sc3

 

 

to = Gmo/sc3

 

   

Tenemos pues una cuantificación para el tiempo:

- tiempo = k· to                                             to = Gmo/sc3 = do/c

                                                         Cumpliéndose que: Muc2 · to = h

Además podemos calcular el límite inferior de la masa en reposo del fotón (mo), y con ella, los límites de otras magnitudes. [Primera aproximación]:

Sea T la edad del universo (≤ 6’12 ·1017 s.), R su radio real, n el radio aparente.

     n ≈ pR    (en un principio)          R ≤ T·c   ®      n ≤ T·c·p = 5,65 · 1026 m.

     mo = h/cn ≥ 3’90 · 10 – 69 kg.        no cte                 ms = mo/s ≥ 1’30 · 10 – 69 kg.     no cte

     do = Gms /c2 ≥ 9’7 · 10 – 97 m.       cte                      d = n/do ≤ 5’8 ·10 122                       no cte

Mu  =  hc/Gmo ≤ 7’6 · 10 53 kg     cte                      to = do/c ≥ 3’2 · 10 – 105 s.          cte

También deberíamos tener que:

moc2 ·T = h                ®                    mo = h/ Tc2 = 1’2 ·10 – 68 kg

Con lo cual deducimos que la velocidad (V) de expansión radial del universo puede ser:

                V ≈ c/p

Se dice que la densidad (l) de la energía del vacío es constante, pero yo creo q lo que es constante es la masa del universo (Mu):

l = Mu /n = ms/do = c2/G ¹ cte.

(volver arriba  )                

 

© 2004 ROBERTO MONCHO

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Partes:

A- Espacio-tiempo en el campo gravitatorio (Relatividad General)

B- Fuerza Gravitoelectromagnética (Grelma).

C- Cosmología.

D- Interacción Fuerte-Débil-Grelma (FDG)

>> Resumen

AP: APENDICE

 

 

 

© 2004 ROBERTO MONCHO