OCUPACIÓN ROMANA EN BRITANIA: la campaña en el norte
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Emprendemos ahora el estudio de la última fase de la
conquista de la Isla de Britania cuyo máximo protagonista será Julio agrícola.
Para seguir las acciones de Agrícola en Britania nos guiaremos, entre otras
cosas, por el libro Vida de Julio Agrícola. Germania. Diálogo de los oradores”.
Su autor fue Tácito ( 55 dc -120 dc) historiador, senador, cónsul y gobernador
romano. En el año 78 se casaría con la hija de Agrícola, la muerte del cual le
impulsa a escribir esta obra. No se dedicó a la historia hasta después del año
97, cuando la muerte de Domiciano le permitió expresarse sin temor. Con esta
monografía y con Germania comenzaría su producción historiográfica. Sus obras
capitales serán Historiae y los Annales. Las Historiae abarcaban la época de los
emperadores Galba , Otón, Vitelio, Vespasiano, Tito y Domiciano ( años 69 – 96
), de las cuales nos han quedado los libros I - IV y parte del V. Los Annales
comprendían el período que va desde la muerte de Augusto hasta la muerte de
Nerón, de los cuales nos han quedado los libros I-IV , XI-XVI y fragmentos del V
y VI. A través de sus obras mayores conocemos al autor como historiador, como
moralista y como escritor
“Agrícola”. Se trata, esencialmente, de la biografía de su suegro Julio Agrícola
el cual moriría en el año 93, era un importante general y político romano fue
gobernador de Britania del 77 al 84. Terminó la conquista de la isla e inició su
romanización. Su muerte, se sospecha que fue incitada por el emperador Domiciano
y esta insinuación también quedará reflejada por Tácito. En la obra el autor
confronta a los Romanos y a los Britanos, señalando el contraste entre la
civilización – caracterizada por la corrupción y las servidumbres – y la
barbarie – caracterizada por la sinceridad y la libertad. Pone su énfasis en las
conductas y actuaciones personales de Agrícola que encajan en el marco de la
vieja virtus y también nos transmite muchos y preciosos datos acerca de la vida
de los Britanos y de la ocupación de Britania.
Tácito, no sólo narra la vida de Julio Agrícola sino que, además incluye datos
de carácter etnográfico así como geográfico que son de mucha utilidad para los
historiadores actuales, de ahí la gran relevancia de su obra, hay que tener en
cuenta además que Tácito es riguroso en el empleo de la documentación. Recoge la
información que le proporcionan los historiadores anteriores (Aufidio Baso,
Cluvio Rufo, Plinio el Viejo , Fabio Rústico y otros), memorias de personajes
(las de Agripina , por ejemplo) y testimonios orales; recurrió también a los
Acta diuturna populi Romani («Crónicas del pueblo romano»), que constituían una
especie de diario oficial de Roma, y a los archivos del senado. Casi toda su
obra está dominada por el empeño de destacar las infamias cometidas por la
mayoría de los emperadores desde la muerte de Augusto a la de Domiciano, pero
hay que señalar también que pese a todos sus esfuerzos para mantener la
objetividad en el estudio, en varias ocasiones la obra cobra una gran
subjetividad. En el caso del texto que nos ocupa es necesario tener en cuenta
que Tácito está hablando de un admirado familiar que ha muerto y además se
sospecha que ha sido asesinado. El texto ensalzará la figura de Julio Agrícola y
por tanto es inevitable darse cuenta de la existencia de una palpable
subjetividad. Además, en sus textos tiende a plasmar ideas filosóficas e
ideológicas sus tendencias estoicas parecen llevarlo a desconfiar de la solidez
moral de un modelo político basado en las decisiones (y, por tanto, la
arbitrariedad) de un sólo hombre. En numerosas ocasiones parece añorar la vieja
república y su concepto de libertad, aunque sus pronunciamientos en este sentido
estén camuflados lo necesario para no resultar molestos al régimen imperial.
Tácito no es un buen conocedor de la milicia, de la administración ni de la
economía. En su carrera política, de hecho no le fueron nunca encomendadas
actividades bélicas. Por ello, su estudio es desigual: se interesa sobre todo
por los aspectos psicológicos y dramáticos. Se ocupa de la corte imperial, que
ofrece una rica materia para el análisis moral.
Aun así, no podemos dejar de señalar el legado histórico que supone el texto
presente que nos permite conocer a fondo la actuación de Julio Agrícola en
Britania.
Tras
la muerte de Nerón se sucederá un periodo de inestabilidad debido a una serie de
guerras civiles surgidas a consecuencia del nombramiento del nuevo emperador por
lo que la atención se desviaría de la conquista de Britania y durante un largo
periodo, hasta la década de los 70 lo que allí se llevarán a cabo serán campañas
de consolidación y de pacificación, deteniéndose por completo el avance de la
conquista.
Tras la muerte de Nerón, Galba recibió el apoyo como emperador de Salvio Otón y
sería nombrado emperador a una edad muy avanzada, puesto que contaba ya con más
de setenta años y su estado de salud era deplorable. Sus primeras medidas como
emperador se encaminaron a economizar y reponer al Estado de los dispendios de
Nerón, lo cual era sensato en teoría, pero en la práctica era un suicidio, pues
eran los soldados los que elegían los emperadores y no lo hacían por altruismo,
sino por dinero. En el año 69, las legiones de Germania nombraron emperador a
Aulo Vitelio, un general que se había ganado el favor de Calígula, Claudio y
Nerón a base de adularlos.
Galba moriría degollado y el senado eligió como sucesor a Otón. El 14 de abril,
Otón se enfrentó a Vitelio en la batalla de Bedriac, perdió y se suicidó.
Vitelio entró en Roma y fue reconocido emperador por el Senado.
El nuevo emperador tampoco satisfizo a las legiones y pronto se produjeron
revueltas en Mauritania y en el Danubio, a la vez que las legiones de Judea y
Egipto proclamaban emperador a Vespasiano, el cual en octubre derrotó a las
tropas de Vitelio, en diciembre el emperador fue asesinado por el pueblo y,
antes de que acabara el mes, Vespasiano se había convertido en el cuarto
emperador del año.
En los años 70, se continuó en Britania el avance, a través de las campañas del
norte y se anexionan territorios que van desde los montes Peninos hasta Escocia,
y también hasta Gales.
En el año 71, Cerealis fue enviado a Britania, donde mantuvo una larga guerra
contra los Brigantes, un pueblo celta asentado en el actual condado de York.
Paralelamente Sexto Julio Frontino sería nombrado en el año 70 pretor y,
posteriormente, cónsul sufrectus en el año 74. Tuvo a su cargo el gobierno de
Britania durante los cuatro años siguientes al de su consulado.
En el 74, los brigantes estaban sometidos a Roma, pero la guerra en Britania
continuó, esta vez con una campaña contra los Siluros, que ocupaban el sur del
actual país de Gales la cual sería dirigida por Sexto Julio Frontino. En el 77,
cuando los Siluros quedaron sometidos, Vespasiano decidió que estaba en
condiciones de acelerar la conquista de Britania y envió un gran ejército bajo
el mando de Cneo Julio Agrícola, el cual conquistó rápidamente el actual país de
Gales e inició un avance hacia el norte.
El siguiente fragmento es el que se corresponde con el texto 17 de Tácito sobre
la Vida de Julio agrícola “pero cuando Vespasiano recobró Britania junto con el
resto del orbe romano, hubo grandes caudillos, egregios ejércitos , mientras
menguaba la esperanza de los enemigos. Enseguida sembró el terror Petilio Cerial
atacando a la tribu de los brigantes , que se estima la más numerosa de toda la
provincia. Hubo muchos enfrentamientos y en ocasiones no incruentos. Llegó a
tener en un puño gran parte del país de los brigantes mediante victorias o
irrupciones.
Sin duda Cerial habría obscurecido la administración y la fama de cualquier otro
sucesor, pero le siguió y logró mantener tamaña empresa Julio Frontino , hombre
de grandes cualidades en la medida de lo posible . Sometió con las armas al
poderoso y combativo pueblo de los silúres, triunfando del valor de los enemigos
además de las dificultades del terreno”
En el año 78, Agrícola fue a Britania, y extendió y consolidó las conquistas de
Roma, hasta llegar a lo que hoy es Escocia. El año siguiente Vespasiano murió,
de muerte natural, el 23 de junio.
2.1 Cneo Julio Agrícola
Cneo Julio Agrícola (13 de julio de 40 - Roma, 23 de agosto de 93) nació en
Forum Julii, en la Galia Narbonense y era hijo de Julio Gracinus, de rango
senatorial, y de su esposa, Julia Procila. Fue general y político romano.
Gobernó Britania entre el 77 y el 84. Terminó la conquista de la isla e inició
su romanización.
Hizo sus primeras armas en Britania, como tribuno militar entre el 58 y el 62,
formando parte del estado mayor del gobernador Cayo Suetonio
Paulino. De allí volvió a Roma, donde se casó con Domicia Decidiana, con la que
tuvo una hija que a su vez se casaría con el historiador Tácito. Su yerno
escribiría las crónicas de su carrera militar y política en un libro titulado De
vita et moribus Iulii Agricolae (Vida y muerte de Julio Agrícola), y sería
además uno de sus mayores defensores. En esta obra biográfica, Tácito nos
muestra a un Julio Agrícola como un romano tradicional enfrentado a un mundo
decadente.
Tras completar su formación y casarse, Agrícola inició la carrera de las
magistraturas (cursus honorum):
• La cuestura en Asia (año 64), a las órdenes del procónsul Salvio Ticiano. Allí
demostró su integridad cuando rehusó asociarse con el procónsul en el
sistema de extorsión habitual en las provincias romanas.
• El tribunado de la plebe (66) y la pretura (68), que en tiempos de Nerón eran
cargos puramente nominales, cuyo ejercicio comportaba riesgos para quien los
ocupaba. Por ello, el único camino seguro era aplicar una prudente inactividad.
• En 68 fue nombrado por Galba para que investigara las propiedades sagradas de
los templos Ese mismo año perdió a su madre. Durante su regreso del funeral, que
había tenido lugar en Liguria, se enteró de la subida al poder de Vespasiano e
inmediatamente se unió a sus partidarios.
• Bajo Vespasiano su primer servicio fue el de legado del gobernador de Britania
Quinto Pentilio Cerialis, y comandante de la vigésima legión (Valeria Victrix)
(71-73).
• A su regreso, fue elevado por el emperador al rango de patricio y se le asignó
el gobierno de la provincia de Galia Aquitania, que desempeñó durante tres años
(74-77).
• Fue llamado a Roma para ser nombrado cónsul (77). Se le asignó con acuerdo
general la provincia de Britania
La primera parte del libro de Tácito que va del capitulo 4 al 9 integra la
historia del nacimiento y educación de Agrícola , su aprendizaje militar en
Britania, su matrimonio y primeras magistraturas, la muerte de su madre, el
mando de una legión en Britania, el gobierno en Aquitania y el gobierno en
Britania.
(ver la bibliografia que hace de él
Tácito)
2.2 Julio Agrícola en Britania
Cneo Julio Agrícola fue nombrado gobernador de Britania en el año 78 y
permanecería en la isla durante siete años, hasta el 84. Antes de que se le
adjudicara este gobierno, ya tenia experiencia en Britania, puesto que había
servido durante la revuelta de Boudicca y había tenido bajo su mando a la legión
vigésima. Agrícola subyugó Gales y el norte de Inglaterra antes de invadir
Escocia. La última acción del periodo de mando de Agrícola fue la que tuvo lugar
al pie de los montes Grampianos, que le dió la posesión de toda Britania hasta
un punto tan meridional como el límite norte de Perth y Argyll.
Agrícola destacó por ser un gran organizador de operaciones militares, lo que le
permitió el avance hacia el centro de Escocia y allí organizar el control de
estos territorios mediante un amplio sistema de fortalezas, torres de vigía,
campos de legionarios etc., todo ello respaldado por el ejército romano y la
flota romana, que era una gran organización que combinaba las fuerzas de tierra
y mar, todo ello muy bien organizado pues, Agricola, era un general sumamente
hábil.
Campañas de Agrícola
• Primera y segunda campaña. Su primera
campaña (78) se empleó en la reconquista de la isla de Mona (Anglesey) y el
territorio de los ordovices (norte de Gales), reductos de los druidas.
(izquierda, mapa de las campañas de Agrícola)
No mucho antes de la llegada de Agrícola a Britania, la tribu de los ordovices
que habitaban la región de Snowdonia al norte de Gales había exterminado casi
por completo una unidad de caballería que operaba en su territorio, con este
suceso veríamos comenzar una sublevación en la provincia.
A pesar de que las condiciones no eran las más adecuadas para hacer frente a la
sublevación ya que, el verano estaba terminando, los destacamentos estaban
dispersos por la provincia y entre los soldados no había ánimo de enfrenamientos
puesto que la mayoría de ellos pensaba que era preferente dedicarse a la
vigilancia del resto de zonas, pese a todo esto, Agrícola decidió hacer frente a
la sublevación.
Así pues, tras concentrar los destacamentos de las legiones y un pequeño grupo
de fuerzas auxiliares, condujo al ejército montaña arriba.
Tácito nos cuenta así lo ocurrido:18 “ …dado
que los ordovices no se atrevían a bajar al llano, condujo montaña arriba el
ejército encabezando él la marcha para que al verlo los demás correr idéntico
riesgo lo igualaran a su vez en coraje.
Fue aniquilada casi por entero la tribu, y sin olvidar que hay que sacar
provecho inmediato de la fama y que según resultaran los primeros ataques se
extendería el terror para los sucesivos, planeó reconquistar la isla de Mona , a
cuya ocupación-como antes he recordado-había renunciado Paulino a causa de la
rebelión general de Britania…”
Agrícola se dispone a reconquistar la Isla de Mona, pero se encuentra con que no
reúne las naves necesarias para tal empresa.
Tácito 18“ … Pero
como sucede en las decisiones repentinas, faltaban naves: la inteligencia y
determinación del general hicieron posible el transporte. Despues de dejar todos
los impedimenta, envió a un grupo escogidos de auxiliares que conocían los vados
y el estilo de nadar indígena, consistente en conducir con ellos al mismo tiempo
las armas y los caballos. Se actuó con tanta celeridad, que los enemigos
estupefactos porque esperaban una flota , naves, en suma un ataque naval,
creyeron que no había nada arduo o invencible para quienes les hacían la guerra
de tal modo. Así una vez que se pidió l apaz y se rindió la isla Agricola fue
tenido por un hombre de gran brillantez….”
Las tropas auxiliares de las que habla fueron probablemente Batavios tribu de
jinetes y nadadores de renombre cuya patria era una isla en el estuario del Rin.
Parece que la pacificación de la isla de Mona se lograría por completo durante
esta batalla ya que no se conoce mención de ninguna otra perturbación
proveniente de la isla. Además no se habría producido el posterior avance hacia
el norte si la retaguardia no estuviese asegurada.
El resto de este año y el siguiente se dedicaron a tomar las disposiciones
necesarias para la seguridad del dominio romano en las zonas de Britania
conquistadas con anterioridad.
Tácito 19 “ por otra parte , buen conocedor del
natural de la provincia y al mismo tiempo instruido por la experiencia ajena de
cuán poco sirven las armas si van acompañadas de injusticias, decidió erradicar
las causas de la guerra […]
Aligeraba las exacciones de trigo y tributos con un reparto más equitativo de
las cargas, suprimiendo sistemas que , inventados para el lucro, se toleraban
peor que los mismos tributos…”
Agrícola pondría fin desde el primer año a una serie de abusos, revistiendo de
esa manera de un extraordinario prestigio la paz. El invierno del año siguiente,
lo dedicaría a la construcción de templos, plazas y casas. Además hacía educar
en las artes liberales a los hijos de los jefes y fue introduciendo costumbres
romanas entre los britanos.
• Tercera campaña. La tercera campaña (80)
lo llevó hacia el norte hasta el Tánao, probablemente el Firth (estuario) de
Solway. Cabe señalar que Cuando hablamos de Taum no existe unanimidad en su
identificación. Taum podría ser el río Tay, al norte de Firth of Forht; o bien ,
si se prefiere la lectura Tanaum , se trataría del estuario del río Tyne, cerca
de Newcastle.
Tácito 22 “ el tercer año de campaña abrió el
acceso a nuevos pueblos , tras ser devastadas las tribus hasta el Tánao , que es
el nombre del estuario…”
Tacito 22 “Tertius expeditionum annus novas
gentis aperuit, vasta. tis usque ad Tanaum (aestuario nomen est)”
Agrícola construyo en la zona una serie de fortificaciones tal y como señala de
nuevo Tácito
Tácito 22 “… incluso hubo tiempo de construir
fortificaciones. Los expertos señalaban que ningún otro general había sabido
elegir con mas pericia los lugares estratégicos. Ninguna fortificación erigida
por Agrícola fue expugnada por un ataque enemigo o abandonada por una
capitulación o una retirada. Eran frecuentes las salidas. En caso de asedio
podían resistir al contar con provisiones para un año…”
• cuarta campaña. La cuarta (81) tuvo por objeto fortificar y ocupar este territorio y avanzar hacia el norte hasta los Firths de Clyde y Forth.
Se emplearía el cuarto año de campaña para asegurar la posesión de los
territorios que habían sido ocupados de forma tan precipitada. Así pues, veremos
como la estrecha franja de tierra que separa los ríos Clyde y Forth cuando éstos
son empujados hacia el mar quedará reforzada con guarniciones.
Según Tácito 23 “ se
controlaba toda la costa vecina, y los enemigos quedaban muy distantes, como si
habitaran en otra isla.”
• Quinta campaña. En la quinta campaña (82)
emprendió la tarea de someter a las tribus que habitaban la costa situada frente
a Hibernia (actual Irlanda). Agrícola levanta campamentos en la línea
Forth-Clyde y en la costa frente a Hibernia.
Tácito 24 “ …proveyó de guarniciones la parte de
Britania que está frente a Hibernia por esperanza más que por temor, ya que
Hibernia, situada entre Britania e Hispania y también con fácil acceso al mar de
la Galia, podría coligar con grandes ventajas para unos y otros la parte mas
poderosa del Imperio…”
• Sexta campaña. (83) exploró con su flota y
tropas terrestres las costas de Fife y Forfar hasta entrar en contacto con los
caledonios (nombre que los romanos aplicaban a los pictos). Éstos atacaron de
noche su campamento, que se cree que estaba en el lago Ore, donde todavía se
pueden ver zanjas y otras trazas de una construcción de este tipo. La acción
estuvo a punto de desembocar en la destrucción de la IX legión, pero los
britanos fueron rechazados en la batalla general que siguió.
La campaña incluyó una exploración de las costas norte de la isla, con el fin de
confirmar que se trataba de una isla y de que no se unía al continente, y su
finalidad era la pacificación definitiva de la isla, lo que permitiría una
posible futura conquista de Hibernia y la liberación así de parte de los
recursos militares, que ya empezaban a ser necesarios en la línea del río Rin,
frente a los germanos.
Agrícola haría recaer su interés en las tribus situadas al norte de la línea del
Forth-Clyde. Ante el temor de un posible levantamiento de los pueblos de más
allá del río o de que en los caminos hubiese britanos pendientes de tenderles
una emboscada, exploró los puertos con la flota.
Tácito 25 “… se hacía la guerra simultáneamente
por tierra y por mar, y con frecuencia en el mismo campamento infantes, jinetes
y soldados de marina compartían con alegría sus aventuras, y con jactancia
propia de soldados comparaban unas veces la inaccesibilidad de los bosques y de
las montañas, otras la violencia de las tempestades y del oleaje, por un lado
vencidos la tierra y los enemigos, por el otro vencido el océano…”
Los pueblos que habitaban Caledonia (actual Escocia) se dispusieron a atacar al
Ejército de Agrícola. Se le aconsejaría una prudente retirada pero Julio
Agrícola se enteró de que los enemigos iban a atacar repartidos en varias
columnas. Contaban los britanos con una clara superioridad numérica por lo que,
para no verse rodeado, Agrícola avanzaría con el ejército dividido en tres
partes. Contaba además, con la desventaja de que los caledonios eran mejor
conocedores de las tierras que les rodeaban.
Pero el enemigo se enteró de los planes del destacamento romano por lo que
llevaría a cabo un ataque nocturno a la Novena legión, que le pillaría
totalmente desprevenida. Los hechos que después acontecieron los relata así
Tácito:
Tácito 26 “… se combatía ya dentro del
campamento cuando Agrícola , informado de los movimientos de los enemigos por
los exploradores y haciendo seguir sus huellas, da orden de que los jinetes e
infantes más veloces asalten la retaguardia de los atacantes y de que acto
seguido prorrumpan todos en gritos. Con las primeras luces del alba empezaron a
brillar las enseñas. Sorprendidos así entre dos líneas de ataque , los britanos
se amedrentaron ; en cambio los de la Novena Legión recobraron el coraje y
seguros de las salvación, combatirían por la gloria”
Así pues engrandecidos por la victoria decidirían que había que penetrar en
Caledonia, los britanos se preparaban también para el enfrentamiento.
• Séptima campaña. La séptima y última
campaña (84) permitió a Agrícola la total posesión del país hasta el punto más
septentrional que había alcanzado gracias a una victoria muy decisiva sobre los
caledonios reunidos bajo las órdenes del general Cálgaco. Se cree que la batalla
tuvo lugar en el páramo de Murdoch al pie de los montes Grampianos (batalla del
monte Graupius), a juzgar por los restos romanos y britanos encontrados allí y
por dos túmulos funerarios. En esta campaña la flota navegó hacia el norte y
realizó la primera circunnavegación conocida de la Britania hasta el puerto
Trucculense (se supone que corresponde a Sandwich), con lo que se descubrió
definitivamente que era una isla. Retiró sus tropas a los campamentos de
invierno.
Al inicio del verano del año 84, Agrícola perdería a su hijo nacido el año
anterior, según tácito en medio de su pesar, la guerra sería un motivo de
consuelo y comandaría su ejército hasta el Monte Graupio. Cneo Julio Agrícola
colocó en el centro de su dispositivo a unos 8.000 soldados auxiliares de
infantería, ocupando una ladera montañosa, protegidos en sus alas por unos 3.000
auxiliares de caballería, a la vez que mantenía a las tropas legionarias (la
Legio XX Valeria Victrix) como reserva, junto a los muros del campamento
fortificado. Al frente de sus líneas había una red de zanjas, para protegerlas
de los caledonios.
Tácito 35 “…los dispuso de tal forma que las
tropas auxiliares de infantería , en numero de ocho mil, asegurasen la columna
central y los tres mil jinetes se desplegasen por las alas. Las legiones se
apostaron delante de la empalizada…”
Mientras lo britanos se habían encargado de movilizar a través de embajadas y
alianzas fuerzas de todas las tribus, leemos en el relato de Tácito que el
contingente Britano contaba con aproximadamente, unos 30.000 hombres y que
seguían acudiendo jóvenes de todas partes para participar en la contienda. Todos
ellos estarían comandados por Cálgaco, el cual dispuso a los guerreros pictos en
otra ladera al frente, en posición más elevada, con la caballería más abajo y la
infantería desplegada detrás
Tácito 35 “… el ejército de los britanos se hallaba
colocado sobre una altura para infundir terror con su presencia, de suerte que
la primera línea se encontraba en el llano y las restantes escalonadas a lo
largo de la pendiente, como formando una torre. La parte central de la llanura
la ocupaban los estrépitos y las carretas de los que combatían en carro…”
Tácito recoge en su libro el discuro de Calgaco hizo a la gente que se
congregaba pidiendo guerra y también el de Agrícola, para leerlos pincha
aquí
Agrícola viendo el despliegue hecho por los britanos y temiendo un ataque
frontal y por los flancos, hizo alargar las filas para dificultar el
envolvimiento asumiendo a la par el riesgo de que la línea de defensa quedase
demasiado debilitada.
En las primeras fases de la batalla, se produjo un intercambio de disparos de
lanzas (el pilum para los legionarios) y flechas, sin descartar el lanzamiento
de piedras por parte de los caledonios, que provocó pocos efectos en ambas
partes, Agrícola incitaría entonces a cuatro cohortes de batavos y dos de
tungros para que recurriesen espada en mano al combate cuerpo a cuerpo y que
tomasen así contacto con los pictos. Los romanos estaban mucho mejor preparados
que el ejército britano para este tipo de lucha cuerpo a cuerpo
Cuando las primeras líneas pictas iniciaron un repliegue, Calgaco envió al
combate a su caballería y a sus carros, en los que combatía la nobleza
caledonia. Sin embargo, la caballería romana logró ahuyentar a los atacantes,
que se vieron además entorpecidos por la fragosidad del terreno y por la red de
zanjas y defensas romanas, hasta el punto de que el ímpetu de su carga quedó
completamente aniquilado
Los britanos que se mantenían sin combatir en lo alto de la colina, viendo la
escasez de las tropas romanas habían comenzado a descender poco a poco y a
rodear la retaguardia romana . Agrícola había previsto esta posibilidad, así
pues dirigió contra los atacantes cuatro alas de caballería, en reserva ante
cualquier eventualidad de la guerra, Tácito 37 “
…el plan de los britanos se volvería contra ellos mismos , y las alas de la
caballería, trasladadas por orden del general desde el frente, cayeron sobre la
retaguardia del enemigo” con lo que, según el relato de Tácito, los
caledonios se replegaron en desorden, contagiando su desmoralización a todo el
ejército caledonio, no sólo en el sector sino a lo largo de toda la línea. Así,
el ejército caledonio dejó de ser un grupo cohesionado de combate, quedando
indefensos ante la caballería romana.
De este modo, la caballería romana pudo concentrarse en acabar con los últimos
núcleos de resistencia, mientras que los caledonios supervivientes huían para
refugiarse en los bosques cercanos. Algunos grupos de guerreros caledonios
lanzaron cargas suicidas contra los romanos, que empezaron a capturar un gran
número de prisioneros, hasta el punto de que, ante el temor de no poder manejar
con seguridad a una masa tan numerosa de ellos, empezaron la matanza de parte de
los mismos.
Tácito cuenta que la matanza tan sólo concluyó entrada la noche 37”…
pusieron fin a la persecución la noche y el cansancio. Cayeron alrededor de diez
mil enemigos; de los nuestros trescientos sesenta, entre ellos Aulo Atico ,
prefecto de una cohorte, arrastrado entre los enemigos por su ardor juvenil y la
fogosidad de su caballo.”
Todo parecía indicar que , a consecuencia de esta indiscutible victoria se daría
la anexión de Caledonia al Imperio Romano, pacificado el territorio sería
romanizado y se procedería a la construcción de las correspondientes vías de
comunicación.
Sin embargo, según sigue refiriendo Tácito, Cneo Julio Agrícola sería reclamado
en Roma, supuestamente por los costes de su campaña, aunque más probablemente
porque sus éxitos preocupaban al emperador Domiciano. A pesar de haber sido
galardonado con un triunfo, Agrícola perdió el favor imperial . A su vuelta a
Roma vivió retirado de la vida pública y cuando se dio la ocasión de que le
pudiese corresponder el gobierno de Asia o África consideró más prudente rehusar
el cargo. Murió en el año 93 durante un exilio encubierto fuera de Roma. Su
muerte, como su biógrafo Tácito insinúa claramente, fue provocada directamente o
al menos precipitada por emisarios del emperador, que no podía sufrir la
presencia de un hombre señalado universalmente como el único capaz de afrontar
la difícil situación creada por las ocasiones en que los ejércitos romanos
habían sufrido repetidos contratiempos en Germania y en los territorios al norte
del Danubio. Dión Casio dice explícitamente (66.20) que lo asesinó Domiciano
Parte de las legiones desplegadas en el norte de Britania fueron retiradas del
lugar, para ser transferidas a la Galia, la línea del río Rin u otros lugares
del Imperio en que se pensaba eran necesarias, debilitando las posibilidades
romanas en Caledonia.
No existen fuentes históricas que describan las décadas posteriores al retiro de
Agrícola. Incluso el nombre de su reemplazante continua siendo una incógnita. se
envió, posiblemente a Salustio Lúculo, antiguo gobernador de la Hispania Bética,
lo que permitió a los pictos reorganizarse y superar la crisis padecida con
motivo de las campañas de Agrícola, perdiendo así la iniciativa estratégica. El
Ejército romano abandonó los puestos avanzados en el interior de la Caledonia
para ya nunca más intentar ocupar la actual Escocia.
En el año 115, los nativos se sublevaron contra sus conquistadores y aniquilaron
a las guarniciones romanas de Eburacum, (York). Como resultado, el emperador
romano Adriano visitó Britania en 122 y comenzó la construcción de una muralla
de 117 km conocida como
muralla de Adriano
a la altura del golfo de Solway, como límite norte del dominio de Roma. Años
más tarde, su sucesor, Antonio Pío, mandó levantar otra 50 km al norte. Sin
embargo, estas nuevas posiciones defensivas fueron abandonadas tras su muerte en
161, pasando a ser de nuevo la muralla de Adriano la frontera romana durante los
siguientes doscientos años
Como hemos visto a lo largo de nuestro estudio, el Imperio
Romano se tomó muy en serio la conquista de la provincia de Britania y para ello
emplearía toda la maquinaria bélica necesaria. En el caso de Claudio, el no
podía permitirse una derrota o una retirada, por razones políticas necesitaba
tener éxito, por tanto el ejercito que llega a Britania es un ejercito sumamente
bien provisto, este ejercito lleva a sus espaldas una red de presencia en la
Galia y en el oeste de Alemania, no esta movilizado desde Italia sino viene
desde el paso de Caleb y que esta respaldado por toda una red romana extendida
desde el norte de Europa, algunos de los soldados incluso habían sido reclutados
allí.
En un principio Roma adoptara con Britania un sistema de ocupación basado en el
clientelismo en lugar de convertir a toda la isla en provincia imperial. Buen
ejemplo de esta practica fueron el iceno Prasutago y Cogidubnus, cuya autoridad
abarcaría una amplia zona al sur de Britania que incluía Silchester, Winchester
y Chichester..
Para llevar a cabo el gobierno de los pueblos sometidos, Roma se servia de la
protección y ayuda de estas aristocracias locales. Un ejército romano solo podía
combatir en un lugar a la vez pero si se posicionaba correctamente, podía
asegurar la sumisión de varios lugares diferentes. De la misma manera, si las
élites locales tenían más que ganar de lo que podían perder si se alineaban en
el bando romano, entonces sus pueblos les seguirían. A pesar de que Roma ya
había perdido Germania por la perdida de apoyo de la nobleza germana , no
aprendió nada de aquella experiencia y continuaría con su práctica de violencia
instigada por la codicia que casi le llevaría también a la pérdida de Britania.
La llegada de Roma a Britania es una clara amenaza a la cultura y a la forma de
vida de los britanos y aunque es cierto que Roma ofrece una civilización mas
sofisticas y refinada no es la forma de vida britana , además le quita el poder
a los guerreros. Lo que nos lleva a comentar la diferencia que había entre el
ejército britano y el romano. El ejército britano estaba constituido por las
clases privilegiadas de forma que los que salían más perjudicados con la
invasión romana, aquellos a los que se les arrebata su forma de vida, aquellos a
los que se les arrebata el poder político y la libertad, son los mismos que
conforman el ejército de las tribus y por tanto tienen razones muy poderosas
para luchar
La ocupación fue una ocupación difícil y tuvieron que enfrentarse al rechazo de
las tribus autóctonas. Aunque bien es verdad que muchas otras tribus accederían
a formar parte del imperio sin presentar batalla. Roma no supo aprovechar esta
situación, lejos de procurarles bienestar y tranquilidad para ponerlos de su
parte, como hemos visto se van a suceder muchos abusos que no solo se traducirán
en el pago de elevadas rentas, si no que además los habitantes de las tribus
serán maltratados y humillados. No es de extrañar pues, que a la muerte de
Prasutago se desencadene una revuelta de gran envergadura como fue la comandada
por Boudicca. El robo de los bienes de Prasutago no había sido algo puntual, era
una actividad que se sucedía en todos los territorios de la isla. De esta forma,
difícilmente Roma iba a resultarles atractiva a los britanos pues tanto los
generales como el resto de romanos eran odiados por este ejercicio abusivo del
poder.
Además Roma se daba cuenta que los posibles beneficios que habían visto al
invadir Britania como por ejemplo las minas, no eran tan beneficiosos como se
pensó en un principio, habían descubierto que las famosas riquezas de Britania
eran, en gran parte, una ilusión y el oro, pieles y perlas que producía la isla
podrían encontrarse en cualquier otro lugar con menos problemas. Lo que
probablemente influía en esa necesidad de obtener los bienes por otros medios de
ahí esos abusos acometidos a las tribus.
Tácito 19“por otra parte , buen conocedor del
natural de la provincia y al mismo tiempo instruido por la experiencia ajena de
cuán poco sirven las armas si van acompañadas de injusticias, decidió erradicar
las causas de la guerra […]
Aligeraba las exacciones de trigo y tributos con un reparto más equitativo de
las cargas, suprimiendo sistemas que , inventados para el lucro, se toleraban
peor que los mismos tributos. Pues por burla se obligaba a los britanos a
esperar delante de los graneros cerrados y , lo que es mas , a comprar el trigo
abonando su importe en metálico. Se les indicaba para entregarlo veredas en
regiones alejadas, de forma que las tribus , pese a la vecindad de los cuarteles
de invierno, debían transportar el trigo a lugares remotos y de difícil acceso,
hasta convertir una carga llevadera para todos en provechosa para unos pocos”
Hay que tener en cuenta, además como punto muy importante en contra de que se
pudiera producir esta romanización, el hecho de que Tampoco se llegará a
organizar en la isla una administración civil hasta finales del siglo III.
Únicamente el gobierno militar tenía cabida allí No hay una fuerza de gobierno
centralizada y eso desemboca en un caos administrativo y en un gran descontrol
de los ciudadanos. Las ciudades romanas que florecieron estaban más bien
destinadas a acoger a los legionarios y no a la población civil, lo cual haría
también más complicada la integración. El trato al civil está mal planeado por
parte de Roma desde el principio y, en nuestra opinión ese será uno de los
factores mas importantes de rechazo a la romanización.
También podemos señalar el hecho de que la conquista se lleva de forma muy
rápida, es decir que los romanos llevan a cabo un constante avance aun cuando
las zonas ocupadas no están del todo controladas, podemos emplear el símil del
gigante con pies de barro, Roma sigue su ocupación pero los territorios que deja
atrás todavía no están asegurados, lo que es un error fatal , ya que a la
primera oportunidad, los que no estaban convencidos de anexionar su territorio
al imperio se volverán en contra de el. Fue el caso que se dio con la revuelta
de Boudicca, cuando esta consiguió sus primeras victorias, muchas tribus se
unirían a su lucha y a medida que se desplazaba por la provincia iba encontrando
más aliados en su camino. Como la historiografía ha señalado eran gente
descontenta con su situación, muchos de ellos ni siquiera buscaban la venganza,
tan solo recuperar los bienes que les habían sido sustraídos por el imperio. Así
pues tras la revuelta de Boudicca se sucederá un largo periodo de consolidación
de las zonas conquistadas, lo cual debió llevarse a cabo años atrás. Los romanos
se dan cuenta de que es necesario que los territorios estén totalmente
pacificados antes de intentar su ampliación.
Tras la conquista del sur de Escocia y el establecimiento del muro de Adriano,
se puede decir que la conquista de Britania ha llegado a su fin, No parece
interesante en materia de beneficios económicos o militares lo que hay más al
norte del muro por lo que el avance hacia el norte de escocia se detiene. En
principio es una línea de demarcación de la zona sobre la que roma ejerce un
control total y la zona más allá del muro.
A pesar de que el impacto cultural sería muy profundo y veremos en los años
siguientes la construcción de templos y calzadas que hacían ver que Britania
estaba completamente romanizada, este hecho estaba lejos de la realidad. Si bien
es verdad que Tácito comenta que se pone de moda llevar el atuendo romano,
asistir a los baños etc no es más que una romanización a nivel muy superficial,
nunca la romanización de Britania fue tan profunda como en la Galia o en
Hispania . Las lenguas célticas de estas provincias habían desaparecido casi por
completo pero en Britania esto no sucedió, solo los nobles de la isla adoptarían
parte de las costumbres romanas y hasta cierto punto dejarían de lado su
identidad.
En cuanto a las ciudades romanas, tal y como se ha señalado anteriormente, no
serian ciudades importantes como otras que se habían fundado en otras zonas del
imperio, además estarían destinadas principalmente a acoger a las legiones
Esto viene confirmado por los hechos acaecidos unos siglos más tarde, tras casi
cuatro siglos de dominación , En el 410, Roma cedió ante el empuje de los
sajones que ocuparon casi toda la isla después de haber hecho numerosas
incursiones a lo largo del siglo IV. y , las costumbres célticas volverían a
aflorar de un modo espontáneo, Solo la lengua latina y la religión cristiana
pudo sobrevivir a duras penas al abandono, y aún estos dos elementos
desaparecieron en cuanto los germanos pusieron un pie en la isla. Así Britania,
sería un islote pagano en el océano durante los primeros siglos de la Edad
Media.
Los habitantes de Britania no se sintieron nunca ciudadanos romanos y apenas
tuvieron participación en la vida política de Roma, por lo que es evidente que
aunque hubo romanización, esta no llegó nunca a ser consistente.
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