Prebióticos y probióticos: su efecto en el tratamiento de diversas enfermedades gastrointestinales

En las dos últimas décadas, la comunidad científica ha puesto su atención en el efecto beneficioso de estos agentes pre y probióticos sobre el tracto digestivo y sus patologías. Se han realizado gran cantidad de estudios que demuestran la eficacia de estos elementos sobre una serie de enfermedades concretas (tabla 3), aunque también se han estudiado otras patologías en las que no han demostrado ningún efecto significativo.

 

Tabla 3

 

DIARREA INFECCIOSA

Los resultados de diversos estudios casos-control concluyen que el uso de prebióticos, probióticos y simbióticos como complemento a las técnicas de rehidratación para el tratamiento de la diarrea infecciosa, reduce el riesgo de ésta 3 días y, cuando aparece, disminuye su duración media en 30,5 horas. Otros estudios han demostrado su eficacia en la prevención de diarreas agudas infantiles y diarreas asociadas al uso de antibióticos. Se han realizado estudios de meta-análisis que confirman estos datos.

Hay una gran variabilidad en los resultados dependiendo de los agentes probióticos empleados. La combinación más efectiva en estos casos es la de L. acidophilus y B. bifidum.

INTOLERANCIA A LA LACTOSA

S. Themophilus y L. Delbrueckii ssp. Bulgaricus, independientemente de la cepa, han demostrado ser eficaces en el tratamiento de la intolerancia a la lactosa.

ENFERMEDAD DE CROHN

Se han realizado estudios con distintos probióticos de cepa simple y con Synbiotic 2000 como alternativas al tratamiento de esta enfermedad, pero ninguno de ellos ha contribuido a la recuperación o mejora de estos pacientes.

COLITIS ULCEROSA

Dentro de los probióticos de cepa simple han demostrado su eficacia Saccharomyces boulardii y Escherichia coli. Uno de los trabajos realizados observó el efecto de E. Coli en un grupo de pacientes frente al de mesalazina en el otro grupo, alcanzándose la remisión en todos los casos.

El VSL-3, como probiótico multicepa, también ha mostrado su efectividad. Se usó en un estudio con enfermos de colitis ulcerosa en remisión, intolerantes a la mesalazina, y se observó una recaída en el 20% de los casos y una remisión de 12 meses en el 75% restante (5% de los casos se perdieron en el seguimiento).

El Synbiotic 2000 también se ha hallado efectivo, provocando una mejora en la diarrea (urgencia y consistencia de las heces) y en la sangre visible en heces.

SÍNDROME DEL INTESTINO IRRITABLE

Los estudios con prebióticos no han mostrado ningún beneficio terapéutico en este grupo de pacientes. Entre los probióticos, el Bifidobacterium infantis ha mostrado una mejoría en el dolor, disconfort, distensión abdominal y motilidad intestinal. La combinación simbiótica de L. plantarum 299V y fibra de avena también es eficaz en la resolución del dolor abdominal.

RESERVORITIS CRÓNICA

El VSL-3 se ha mostrado muy eficaz tanto en el tratamiento como en la prevención de esta enfermedad.

INFECCIONES POR HELICOBACTER PYLORI

Algunas cepas de lactobacillus son viables a pH bajo, por lo que sobreviven y crecen en el estómago, proporcionando este mecanismo una prevención frente al sobrecrecimiento de Helicobacter Pylori (HP). Se ha visto, en cambio, que a pH > 6, estas bacterias pierden dicha capacidad, por lo que no son compatibles con el uso simultáneo de fármacos antiácidos.

Gotteland et al. vieron que el uso aislado de estos agentes probióticos no tiene ningún efecto sobre la erradicación del HP; en cambio, se ha visto en otros estudios publicados recientemente que, administrados como complemento de la terapia erradicadora, potencian el efecto de ésta, llegándose a la erradicación en el 85% de los casos frente al 71% que se consigue sin el uso de probióticos. Estas cifras se alcanzaron con una mezcla de L. acidophilus, L. bulgaricus, Streptococcus thermophilus y B. lactis.

ENFERMEDAD CRÓNICA HEPÁTICA

Se ha demostrado que el uso de simbióticos (Synbiotic 2000) sobre pacientes con cirrosis hepática y encefalopatía hepática mínima tiene como efecto la recolonización del contenido fecal por especies de Lactobacillus no productoras de ureasa, la disminución de los niveles séricos de amonio y endotoxina, la remisión de la encefalopatía en el 50% de los casos y una mejoría en la función hepática según la clasificación de Child-Pugh también en la mitad de los pacientes.

No han demostrado, en cambio, tener efecto sobre la hepatitis crónica relacionada con el Virus de la Hepatitis C.

TRANSPLANTE ORTOTÓPICO HEPÁTICO

El uso de simbióticos desde el día anterior a la operación y hasta 14 días después de ésta, limita la aparición de infección a un 3% de los casos.

PANCREATITIS AGUDA

En un estudio realizado en Györ (Hungría) en pacientes con pancreatitis aguda grave, se suministró a un grupo de enfermos L. plantarum 299 más fibra de avena, y a otro grupo la misma mezcla inactivada por calor. Se observó que en los pacientes que recibían las bacterias vivas apareció necrosis pancreática infectada y abscesos en un 4,5% frente al 30% de casos vistos en el grupo de lactobacilos inactivos. También se registró una estancia media más corta en el primer grupo, pero sin alcanzar diferencias estadísticamente significativas.

Otro estudio basado en la administración de suplementos de Synbiotic 2000 frente a fibra sin bacterias observó el desarrollo de infección en un 27% de los pacientes suplementados con Synbiotic 2000 y en un 52% de los tratados con fibra sola.

CIRUGÍA ABDOMINAL

Estudios realizados en pacientes sometidos a resección hepática, pancreática, gástrica, de colon y by-pass intestinal, han registrado un descenso en la tasa de sepsis, menor duración del tratamiento antibiótico y disminución de la estancia media hospitalaria en aquéllos a los que se les suministró L. plantarum 299 más fibra de avena comparados con los que recibieron descontaminación intestinal selectiva. El efecto más pronunciado se obtuvo tras las resecciones gástrica y pancreática.

CÁNCER DE COLON

Se ha observado una incuestionable acción antitumoral por parte de los probióticos. Goldin BR y Gorbach SL establecen unas bases teóricas sólidas del por qué de esta acción, especialmente en el colon: los probióticos producen ácidos grasos de cadena corta, y éstos acidifican el medio. Un pH bajo en el colon está asociado a menor incidencia de cáncer de colon. Las bacterias probióticas, por otra parte, disminuyen el nivel de enzimas procarcinogénicas (como beta-glucuronidasa, nitroreductasa y azoreductasa).

ESTREÑIMIENTO

Diversos estudios muestran que los probióticos son eficaces en el tratamiento del estreñimiento en adultos, y un estudio reciente apunta también al efecto positivo de Bifidobacterias y Lactobacillus sobre el estreñimiento infantil.

©2007 Ana Alabajos Cea