Un único centro expositivo

A diferencia de las ediciones anteriores, la Bienal de 2005 se ha concentrado en un único espacio expositivo: El antiguo Convento del Carmen, un enclave “mágico” como lo definió la secretaria autonómica de Cultura, la popular Concha Gómez. En este museo de la ciudad de Valencia 42 artistas de quince países distintos presentaron las obras de la exposición central: Reflexiones de un pez en el mar profundo. Esta exposición tenía como leitmotive el agua, al igual que casi la totalidad de las obras de la Bienal 2005, y tuvo como comisarios al francés Franck Gautherot y a la coreana Seung-Duk Kim. El hilo central de la exposición fue ideado por el diseñador italiano Denis Santachiara, considerado «uno de los autores más visionarios del momento», según su compatriota Luigi Settembrini, director de la Bienal.

La oferta del certamen también incluyó el proyecto de comunicación Mirando al mar de la artista valenciana Marusela Granell y patrocinado por la CAM. Además, también se realizó un ciclo de cine en la Filmoteca de Valencia y otro de danza y baile en Velluters, organizado por el Instituto Valenciano de la Música.

Una de las instalaciones de la Bienal 2005 en el Convento del Carmen

Sin duda, el hecho de que la Bienal haya celebrado sus exposiciones en un único centro expositivo, en el Convento del Carmen, representa un importante cambio respecto a las ediciones anteriores, en las cuales se apostó por exhibir las creaciones artísticas en todo tipo de espacios urbanos. Sin ir más lejos, la Bienal de 2003, titulada La Ciudad Ideal , desplegó sus creaciones artísticas por toda la ciudad: aeropuertos, estaciones, plazas, solares, museos y teatros, donde se exhibieron las obras de la exposición central. Durante la II Bienal 37 artistas, entres ellos el director de cine Wim Wenders, expusieron en 34 solares de la ciudad de Valencia sus obras encaminadas a positivar los espacios de la soledad y la destrucción. Incluso en esta segunda edición se realizaron montajes teatrales fuera de la ciudad de Valencia, como la adaptación de Las Comedias Bárbaras realizada por Bigas Luna en la Nau de Sagunto.

Además, también llama la atención que el museo del IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) se haya quedado fuera de la Bienal de 2005, ya que su directora, Consuelo Ciscar, fue la promotora de las primeras Bienales cuando ocupaba el cargo de secretaria autonómica de Cultura.

La Bienal más corta de la historia

La Bienal de Valencia 2005 no sólo ha sido la que ha contado con menos espacios expositivos sino que además ha sido la más corta de las tres ediciones celebradas hasta la fecha. El certamen abrió sus puertas al público el 24 de septiembre con la inauguración de la exposición central, Reflexiones de un pez en el mar profundo, y clausuró sus exposiciones y actos el 30 de noviembre. La III Bienal de Valencia ha durado nueve semanas y media, mientras que la II Bienal, La Ciudad Ideal , mantuvo sus exposiciones y obras expuestas al público durante prácticamente cuatro meses (desde el seis de junio al treinta de septiembre de 2003).

Sin duda, esta reducción temporal y espacial de la Bienal 2005 respecto a las dos ediciones anteriores responde a un replanteamiento estratégico del certamen. Pero, ¿a qué se debe esta reestructuración?

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