El replanteamiento estratégico de la Bienal de 2005 no sólo ha implicado una reducción temporal y espacial del certamen, sino que además también se ha rebajado drásticamente su presupuesto. Mientras que la Bienal de 2003 contó con un presupuesto de 14 millones de euros, la edición de 2005 tan sólo ha tenido 2'7 millones de euros. El replanteamiento estratégico de la Bienal ha hecho de esta edición la más corta y la más austera de las Bienales de Valencia celebradas hasta la fecha.
Según los organizadores de este certamen cultural, la reestructuración de la Bienal 2005 obedece a razones estratégicas. La secretaria autonómica de Cultura, la popular Cocha Gómez atribuyó el "replanteamiento" de la Bienal 2005 al hecho de que las dos ediciones anteriores "colocaron a Valencia en el circuito internacional” y que con la tercera edición lo que buscaban las instituciones valencianas era “ir consolidando lo que queremos que sea la Bienal". Además, la edición de 2005 se ha planteado como una edición de transición o de paso de cara a la próxima cita en 2007. La próxima Bienal, inicialmente, también iba a tener como temática central el agua y además coincidirá con la celebración de la Copa del América en Valencia, por lo que su celebración se adelantará al mes de mayo. Así que la Bienal de 2005, según las instituciones políticas valencianas, ha buscado consolidar el certamen y preparar la edición de 2007.
Sin embargo, según la oposición socialista la reestructuración económica se debe a la deuda que acumulan las ediciones de 2001 y de 2003 de la Bienal de Valencia. La diputada socialista y vicesecretaria del PSPV, Isabel Escudero, ha cifrado en más de 14 millones de euros la deuda acumulada de las anteriores ediciones, una cantidad similar a la que apuntan fuentes de la Conselleria de Cultura. |
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Precisamente, la deuda que arrastra la Bienal de Valencia ha sido uno de los principales impedimentos con los que se han topado sus organizadores a la hora de buscar patrocinadores. De las 23 empresas privadas que patrocinaron la cita en 2003, sólo la CAM ha repetido. Los otros dos principales patrocinadores privados, Bancaja y Telefónica, no han querido repetir la experiencia. Esta ausencia de patrocinadores ha sido un elemento clave en la reestructuración de la Bienal, ya que el Consell ha tenido que sufragar prácticamente en solitario el presupuesto total de la Bienal 2005: 2'7 millones de euros. El resultado final de este replanteamiento estratégico de la Bienal ha sido la disminución de sus visitantes: la Bienal de 2005 ha perdido 60.000 visitantes y se ha convertido en la menos visitada de las tres ediciones celebradas. Así que no se ha podido cumplir el objetivo de consolidar el certamen que se proponían sus organizadores.
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