CONCLUSIÓN

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A través de la oportunidad que nos ha brindado este pequeño trabajo de investigación hemos podido comprobar que las necesidades de intervención en casos de discapacidad intelectual son una realidad a la que no siempre se enfrentan adecuadamente preparados los centros ordinarios.

 

Hemos hablado con psicólogos y PT que no presentan en sus colegios ningún caso de discapacidad intelectual. Incluso uno de estos PT nos dijo que en su centro no había niños de "esos" porque era un centro "normal" (curioso lenguaje para un profesional de este campo). Otra PT nos dijo, eso sí, con argot más adecuado, aunque un tanto confuso para nosotras, que no tenían niños con discapacidad intelectual en su centro porque era "ordinario", y que su labor se centraba en la "acción compensatoria" para niños extranjeros o con tardía incorporación al sistema educativo por razones diversas.

 

Por fin pudimos contactar con un colegio donde habían tenido un caso de discapacidad intelectual leve (caso práctico expuesto). No era del presente curso académico, y tras su análisis llegamos a la conclusión de que aún sin contar con los conocimientos suficiente acerca de las pruebas de evaluación que se le aplicaron al niño, las medidas de intervención fueron bastante básicas y el ACI poco elaborado. Sin embargo, el procedimiento seguido fue el correcto: se detecta por la tutora que el niño no sigue con normalidad las clases y esta informa a los padres; tras el consentimiento de estos se aplican las pruebas de evaluación y, por último, el servicio psicopedagógico elabora el ACIS en colaboración con la tutora. Sobre el seguimiento posterior no tenemos datos.

 

En definitiva, la conclusión a la que hemos llegado es que en muchos casos las intervenciones psicoeducativas en el caso de discapacidades intelectuales se quedan más bien en los manuales universitarios, y no es porque no haya necesidad de intervenir, pensamos que tal vez se debe , un poco a la falta de suficiente formación de los profesionales implicados en este tipo de actuaciones , y un poco a la implicación insuficiente de los centros ordinarios en esta clase de educación "especial", aunque nunca se debe generalizar y, al fin y al cabo, nosotras solo hemos tenido acceso a una pequeñísima porción de la realidad docente actual y acotada a un ámbito geográfico muy concreto.