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Vals en una nave de piedra

Enrique Bunbury, Miguel Ríos, Luz, Los Secretos y Jorge Drexler son algunos de los artistas que han colaborado con Quique González o han interpretado alguno de sus temas. Este cantante y compositor madrileño ha tenido el privilegio de participar como invitado en el fin de gira de Fito y Fitipaldis. Una década en el mundo de la música y siete discos en el mercado avalan su carrera.

Diez y media de la noche. Como buenos chicos, Quique González y la Aristocracia del Barrio aparecen puntuales en el escenario del Heineken Greenspace. El artista saluda con un escueto "buenas noches, amigos". El público prácticamente llena la sala verde. Los aristócratas –guitarra, bajo y batería- tocan los primeros acordes de Hotel Los Ángeles, tema con el que el cantautor da inicio a su concierto y arranca los aplausos de los asistentes.

Quique González presenta a los valencianos su último trabajo, titulado Avería y Redención número 7, con el que entró al cuarto puesto de la lista de ventas en su primera semana en la calle.

Durante la primera hora del concierto, el cantante interpreta temas como Doble fila, Me agarraste, La cajita de música y Bajo la lluvia. González alterna teclados, armónica, guitarra acústica y eléctrica, mostrando al público sus distintas facetas musicales. No obstante, esta primera parte del concierto resulta bastante lineal y el artista se ve perjudicado por la mala acústica de la sala.

Tras el primer descanso, Quique González regresa solo al escenario con las pilas cargadas, más animado y comunicador con sus seguidores. Bromea con ellos imitando con el piano el sonido de un coche, “trata de arrancarlo”, ríe. Interpreta una serie de acordes, pero se detiene para preguntar a los asistentes si quieren que siga tocando. El artista se hace de rogar y el público sugiere algunos de los temas que desea escuchar.

En ese momento, el madrileño “arranca” el concierto, a través de la interacción con el público y el ritmo de sus canciones. Los seguidores se lo agradecen con aplausos y gritos de ánimo, mientras corean las letras de sus temas.

González y su banda regresan en dos ocasiones más al escenario, alentados por un público enfervorecido, que pide más y más. Pequeño rock and roll, Aunque tú no lo sepas y Vidas cruzadas son los temas con los que el artista pone el broche final a su interpretación. Pero los fans todavía no tienen suficiente y, aunque ya se hayan encendido las luces de la sala, y suene Satisfaction, siguen pidiendo una canción más. Bailando el tema más conocido de los Rolling Stones, Quique González y la Aristocracia del Barrio se despiden de un público que parece que nunca se queda satisfecho.

Marilyn Borja

Trata de arrancarlo

Hijos pródigos



 
 
 
 
 
 
 
 
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