GENEALOGÍAS DEL LESBIANISMO:
HISTORIAS DE MUJERES Y LITERATURA
"A Chloe le gustaba Olivia..., leí. Y
entonces me di cuenta de que inmenso cambio representaba aquello. Era la
primera vez que en un libro a Chloe le gustaba
Olivia". Virginia Woolf.
"Necesitaba encontrar una categoría llamada ficción lesbiana.
Ahora me doy cuenta que lo que realmente necesitaba saber era que mi vida era
un tema adecuado para la ficción, que mi vida era tan válida como las vidas de
los heterosexuales". Dorothy Allison.
"L@ s ‘queer’ no son otra cosa sino buen@ s lector@ s". Cindy
Patton.
Este artículo pretende explorar a través de las bibliografías más recientes editadas en español las representaciones del lesbianismo en novela. Y, a través de este proceso de indagación, (de)mostrar la existencia de una literatura que se podría llamar "literatura lesbiana".
En esta búsqueda, me he encontrado con dos grandes ausencias y un "olvido" (¿pactado?). Con las ausencias, me refiero , en primer lugar, a las pocas traducciones realizadas al español , especialmente si consideramos la amplia y diversa creación, tanto en ficción como en ensayo , producida por la cultura anglosajona en estas tres últimas décadas . La segunda , todavía más preocupante, es la casi total inexistencia de una "literatura lesbiana" escrita por autoras españolas o latinoamericanas en su propia lengua. Por último, me sorprende , aunque no debido a la ingenuidad, el que, salvo contadísimas excepciones, nadie oficialmente haya nombrado como literatura o textos lesbianos una serie de obras que llevan ya unos cuantos años en las estanterías de nuestras bibliotecas y librerías.
Articular mi propósito pues, supone hablar no sólo de la existencia de una "literatura lesbiana" desde la cual vertebrar lineas de existencia para las lesbianas en las culturas occidentales, sino también, es hacer hablar a un silencio ( a un "olvido") que se ha construido conscientemente a través del tiempo, que en el Estado español apenas ha sido interpelado ayer. Entonces, debería ser imprescindible preguntar por las razones que han impedido o están impidiendo, el desarrollo de esta literatura en nuestro país en un momento histórico determinado .
¿Hay una lesbiana en esta biblioteca?
En 1929, Virginia Woolf escribe Orlando, (Editorial Lumen), una fantástica biografía de Vita Sackville-West, la mujer que ella amaba. En Orlando , Woolf ilustra, sin la menor duda, aspectos de una historia de narración lesbiana, es decir, revela los principios culturales dominantes de su época sobre la representación de las relaciones entre mujeres.
Orlando, la protagonista, es una escritora de clase media-alta y nada convencional , aun así, sucumbe al espíritu victoriano y se casa. A pesar de esta aparente claudicación, su pluma no dejará de hilar párrafos "inapropiados" para lo acostumbrado según sus contemporáneos. Irónicamente, el matrimono le proporciona la libertad necesaria para distanciarse de la tiranía literaria heredada del siglo XIX, y así poder contarnos su historia, una historia lesbiana.
Pero esta Orlando, aun viviendo en la comodidad que le proporciona su estatus social y su vínculo matrimonial, no está exenta de ser señalada y reinformada por una sociedad conformista y puritana , que se le echa encima a través de los imperativos (hetero)sexuales. La historia de este personaje, en sí mismo, muestra como se vertebran las políticas de interpretación de una época donde las mujeres y las lesbianas, y en concreto las escritoras lesbianas, pueden ser neutralizadas; es decir, ni vistas, ni escuchadas, ni leidas como tales.
Woolf, no sólo dedicó este libro a Sackville-West, sino que también incorporó fotografías y poemas de su amante. Entremezcla hechos de sus vivencias personales con una creación narrativa, aspectos éstos que en ningún momento deberían plantear ni la más mínima duda sobre la autoría de una escritora lesbiana que crea un texto lesbiano. Sin embargo, Orlando no fue "oficialmente" leída como un novela lesbiana hasta cincuenta años después de su publicación, cuando en 1988, esta obra es el tema principal de debate en el primer foro de crítica literaria lesbiana en los Estados Unidos. Este tipo de "olvidos" han sido más o menos habituales y han funcionado como una herramienta efectiva de control social.
El rechazo social a representar literariamente , es decir interpretar y reinterpretar la posibilidad del lesbianismo, permite a una sociedad determinada mantener sus condiciones bajo las cuáles el lesbianismo es sobreentendido. Se crean así, los términos por los cuales un texto -y por extensión un gesto, una relación, una persona- es definido como lesbiano.
Pero, ¿qué es un texto lesbiano?, ¿cómo podemos identificar una "literatura lesbiana" ?, ¿qué leemos cómo lesbiano y por qué?, ¿tiene esta literatura que ser acerca del deseo sexual entre dos mujeres, exclusivamente, para ser considerada lesbiana?. Estas cuestiones, producidas por circunstancias históricas y formas ideológicas, pueden sólamente ser respondidas en términos ideológicos e históricos.
Hay textos escritos, editados y leídos como representaciones del lesbianismo por escritoras , escritores, lectoras y lectores gais , lesbianas , heterosexuales etc , este es un campo donde todo el mundo parece coincidir en la definición. Un campo de representación que ha sido definido no hace mucho tiempo en la cultura Anglo-Americana como sinónimo de "novela lesbiana" y , generalmente, representa una historia de ligue protagonizada por una pareja femenina. El punto de análisis , según esta definición, para identificar si una novela es lesbiana o no, sería cuantificar si los personajes femeninos principales hacen el amor o no. Se obvian otras reflexiones que inciden en la experiencia lesbiana como muestra de una identidad en continua mutación. La respuesta que se vertebra a través de las novelas llamadas postmodernas, y especialmente la respuesta que da Héléne Cixous , es que la experiencia lesbiana no se articula sólo y a través de las relaciones específicamente sexuales, sino que se articula a través del concepto de "feminidad", en el establecimiento, siempre complejo, de las relaciones afectivas. Y cuando se busca a una "lesbiana" en un texto de ficción es tan importante la lectora como la escritora, ya que las relaciones eróticas entre mujeres se establecen entre escritoras y lectoras, entre mujeres que escriben sobre mujeres y lectoras que leen (se leen) a estas mujeres.
Por una combinación de razones materiales, culturales y formales la novela es el género en el cual la representación del lesbianismo ha sido más reconocido. Aunque, por supuesto, hay otros campos de representación que pueden ir desde el teatro (La noche de las tribades o Las amargas lágrimas de Petra Von Kant), puestas en escena en teatros españoles, a la novela vanguardista de ciencia ficción; El hombre hembra de Joanna Russ (1987, Ultramar), describe un mundo imaginario capaz de hacer real el mejor de los sueños lesbianos, en donde los personajes rechazan la búsqueda por parte del lector/a de la inocente totalidad, desbarata los dualismos de género y garantiza al mismo tiempo el deseo de hazañas heroicas, el erotismo cálido y la política seria. No es de extrañar pues que, para muchas, las novelas de ficción científica feministas y lesbianas, sean actualmente la vanguardia de la teoría feminista. También en un género predominantemente "masculino", como lo es el de la novela negra, encontramos autoras lesbianas de la altura de Mary Wings. En su libro , Demasiado tarde -colección Damas del crimen (1993, Alfaguara)- , una de las mejores novelas de intriga lesbiana, las complicidades que desarrollan unos personajes con otros o los móviles de un asesinato se componen bajos lógicas bien diferentes a las habituales en este tipo de narrativa.
Desde la poesía de Safo , Poemas y Fragmentos (1993, Hiperión), a los ensayos críticos, que se introducen paulatinamente en nuestro país con el desarrollo de la teoría feminista. La editorial catalana ICARIA cuenta con títulos de interés para aquellas que deseen introducirse en una reflexión crítica de la diferencia sexual. Merece la pena destacar dos títulos donde el lesbianismo asume, en buena medida, el protagonismo argumentativo, me refiero por una parte a Nombrar el mundo en femenino: pensamiento de las mujeres y teoría feminista, de la historiadora María-Milagros Rivera Garretas, y por otra, a una de las últimas reflexiones que a través del psicoanálisis realiza la francesa Luce Irigaray, Amo a ti : bosquejo de una felicidad en la historia.
Pero en lo que a ensayo se refiere, hay que felicitar especialmente a la Colección Feminismos (Editorial Cátedra) por reeditar títulos ya clásicos como Política sexual de Kate Millet o Nacemos de mujer: la maternidad como experiencia e institución de Adrienne Rich. Por ofrecernos bocanadas de aire fresco con aportaciones más novedosas, que van desde la reflexión que se hace desde el feminismo-lesbiano a través de la obra de Sheila Jeffreys , La Herejía lesbiana: una perspectiva feminista de la revolución sexual lesbiana, a los debates más polémicos, originales y sobretodo necesarios para mentes fronterizas, cuerpos fragmentados y espíritus nómadas, que propone por una parte, Donna Haraway con su cyborgiana analítica de la postmodernidad en Ciencia, Cyborgs y Mujeres: la reinvención de la naturaleza, por otro el feminismo de la diferencia representado en la obra de Luce Irigaray, Yo, Tú, Nosotras, y en último lugar, una mención específica merece una de las más reconocidas teóricas "queer", Teresa de Lauretis, con una de sus libros, que aunque es el menos explícitamente "queer", es imprescindible para aquellas que deseen adentrarse en el mundo de la representación de las mujeres y lesbianas en el cine, nos referimos a Alicia ya no. Estas tres últimas autoras no sólo han contribuido de manera distinguida a renovar el pensamiento feminista, sino que han influido enormemente en la práctica política, así como en la comprensión y representación de nuevas, y cada vez más diversas identidades lesbianas.
En definitiva, y volviendo al hilo de la cuestión , a todo lo que yo llamaría "literatura lesbiana", y atendiendo a los criterios que expone Julie Abraham, englobaría una amplia producción de textos que tendrían en común el hecho de compartir las circunstancias históricas concretas que viven las escritoras que las producen, tal y como lo comenzó a representar Virginia Woolf en Orlando. Pero dicho esto, no podemos pensar que los "escritos lesbianos" tienen un tema y una forma fija sobre los cuales se organizan. Tampoco estaría mal recordar que hay "novelas lesbianas" escritas por escritoras lesbianas, pero hay novelas escritas por lesbianas que no han sido "novelas lesbianas", y también hay muchas "novelas lesbianas" que no han sido escritas por lesbianas.
A pesar de los últimos esfuerzos desarrollados, ni las lesbianas-feministas, ni las teóricas "queer", han conseguido resolver el problema de la definición de al menos dos términos cruciales para este artículo; lesbiana y escritora lesbiana. El deseo entre mujeres no ha sido siempre suficiente para identificar el lesbianismo, cuando , por ejemplo, se entiende este deseo como una distorsión o plagio de la heterosexualidad.
En cualquier caso, no es la meta de este artículo establecer categorías de identidad, cuando además ya han sido ampliamente cuestionadas al ser construidas como instrumentos de regímenes reguladores. Tampoco , es mi intención aquí fijar definiciones, en el sentido de correctas y estables. Pero sí es uno de mis objetivos principales plantear preguntas y elaborar, en mayor o menor medida, interpretaciones. Inquietudes , ambas, motivadas por los argumentos que plantean en esta dirección algunas teóricas "queer", como Judith Butler y la ya nombrada Teresa de Lauretis, en dos de sus principales obras no traducidas al castellano, me refiero a, Bodies That Matter: on the discursive limits of "sex" (1993, Routledge), y a The Practice of Love: lesbian sexuality and perverse desire (1994, Indiana University Press), respectivamente.
En concreto, Teresa de Lauretis afirma que "las homosexualidades femenina y masculina.... pueden ser reconceptualizadas como formas culturales y sociales en su propio derecho...". Esta misma autora, siguiendo a Sue-Ellen Cese observa que "tomando a dos mujeres, no a una, se hace una lesbiana", a su vez Julie Abraham, citada anteriormente, siguiendo esta reflexión , y considerando las relaciones entre lesbianas y literatura lesbiana pre-stonewall dice, "toma una mujer y una novela ... Como lectora una mujer podría interpretarse a sí misma como lesbiana, y encontrar su interpretación del lesbianismo a través de una novela".
Lo que nos dicen estas teóricas a primera vista, es que hemos buscado la práctica del amor entre mujeres en muy pocos lugares, en muy pocos libros y con los ojos no demasiado abiertos. Nos están indicando que dada una relación altamente problemática entre lesbianismo y narrativa ( lesbianismo y representación), el lesbianismo de una escritora lesbiana podría ser constituido, en parte a través y en el proceso de escribir ( y el de una lectora en parte en el proceso de leer). Demostrar los modos en los cuáles las novelas lesbianas son constituidas fuera del marco y el análisis de la representación dominante heterosexual; considerar las limitaciones ideológicas que produce esta situación , así como observar los modos de resistencia empleados por las escritoras lesbianas (para poder ser escritoras lesbianas y tejer textos lesbianos) son tres elementos básicos para poder responder a la pregunta: ¿hay una lesbiana en esta biblioteca?.
Dado que muchas de las mujeres que cito viven en periodos en los cuales muy pocas se identifican como lesbianas , y para evitar posibles confusiones a l@ s posibles lectores, considero "problemáticamente" las obras citadas en este artículo inscritas en un género que se puede llamar "novela lesbiana", o de manera más amplia "textos lesbianos".
Información sacada de: http://www.hartza.com/orlando.html
©http://www.hartza.com/orlando.html
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year 2008/2009
© a.r.e.a./Dr.Vicente Forés López
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