Los cuatro consiguieron entrar al castillo y salvar a Dorothy
de su muerte. Tras correr perseguidos, Dorothy echó un cubo de
agua encima de la bruja y ésta se derritió, quedando sólo su
capa,
su sombrero y, sobre todo, su varita.
Una vez libres, los protagonistas volvieron a la Ciudad
Esmeralda
con la misión cumplida, para realizar allí sus deseos.
Volviendo a
casa...