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Si quieres disfrutar de una indiscutible obra maestra del cine y de una genial sátira a la sociedad moderna y a las duras condiciones de trabajo, te recomiendo que veas esta película. Dirigida por el ilustre Charles Chaplin (él mismo produjo, escribió y compuso la música), se trata de la última película en que aparece su entrañable personaje Charlot y en la cual aparecen muchos de sus gags más famosos, como la escena que protagoniza en la fábrica:

La película narra las peripecias de un obrero de fábrica explotado y presionado por la necesidad de la competitividad, que juega en contra del tiempo. El obrero acaba enloqueciendo por el repetitivo y extenuante trabajo (atornillar dos tuercas en todas y cada una de las piezas de la cadena de montaje), por lo que ingresa en un hospital. Nada más salir de este, se ve envuelto sin quererlo en una manifestación, pues por levanta un trapo rojo que se ha caído de un camión y un tropel de gente le sigue entusiasmada. A causa de ello, ingresa en prisión. Allí, también de forma involuntaria (se ha quedado, por llegar tarde de la comida, fuera de su celda), logra controlar un motín y es liberado por ello. Conoce a una chica ( Paulette Goddard, entonces su esposa), una pobre huérfana que vive en la calle, y juntos emprenden una búsqueda de su nueva vida. Como Chaplin afirmó, Son los únicos espíritus libres en un

mundo de autómatas, unos niños carentes de cualquier responsabilidad mientras el resto de la humanidad se hunde bajo el peso del deber». Ambos se instalan en una vieja casa abandonada, que se cae a trozos. Pero pronto logran encontrar trabajo en un café, en el que ella canta y baila y él ejerce de camarero. Aquí tiene lugar la famosa escena en el que él mismo canta una canción, con una letra totalmente inventada.

 

La película es casi un documento histórico de una época, los años de la Gran Depresión , en el cual se advierte la ideología de un autor comprometido. Además, resulta interesante puesto que se trata de una película que va a caballo entre el cine mudo y el sonoro. Se advierte todavía la utilización de los intertítulos, pero también de un guion hablado (mínimo) y de canciones, como la anterior. Cabe decir que en 1936 el cine sonoro ya funcionaba, pero Chaplin se oponía a introducirlo en sus películas porque defendía que la clave del humor reside en la pantomima más que en el diálogo. Según declaró en una ocasión el propio Chaplin, “el cine mudo “hablaba” en lenguaje universal, mientras el hablado tenía que transcribirse a otras lenguas para su entendimiento en otros países”.

Es una película divertida a la vez que crítica con el sistema industrial. Una crítica a la explotación del individuo para el bien comercial. Esta explotación y aprovechamiento de los trabajadores por parte de los empresarios se hace patente, y de un modo totalmente sarcástico, cuando el obrero se ve haciendo de “conejillo de indias” para experimentar un nuevo invento que da de comer a los obreros, para aligerar el tiempo que estos emplean en comer y ganar en productividad.

 

Una obra cumbre del cine que no puedes olvidar, y una de las mejores películas de Charles Chaplin. En ella conocerás al personaje de Charlot con toda profundidad, quien dará con ella su adiós, y podrás disfrutar del genial humor y tono crítico de Charles Chaplin. ¡No dudes en alquilarla o comprarla ! Quizás sea verdad aquello que él mismo dijo: “la comedia es el estudio más serio del mundo”.