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Mi próxima propuesta viene de la mano de uno de los grandes maestros del cine francés: Jean Renoir, hijo del famoso pintor impresionista Pierre-Auguste Renoir, al que debe parte de su visión pictórica. Sus obras (“Nana”, “El testamento del Dr. Cordelier”, “El río”, o esta misma, entre otras) son uno de los referentes para la Nouvelle vague, que se desarrollaría más tarde.
La película (1931) narra la historia de Maurice Legrand (Michel Simon), cajero de una empresa en la que todos sus compañeros se mofan de él por ser demasiado “correcto” y estar sometido a su mujer, una amargada que continuamente lo compara con su anterior marido. Legrand es un aficionado y amante de la pintura, lo cual desagrada mucho a su mujer, que se queja de tener siempre la casa llena de cuadros.
Una noche, tras una cena de empresa, Legrand se cruza con una prostituta, Lulú (Janie Mareze) a la cual está regañando su chulo Dede. Desde ese momento se establece una relación entre ambos, en la que Legrand queda completamente prendado de la muchacha, tanto que le compra un piso y la aloja cómodamente. Ella, sin embargo, con quien desea estar es con Dede, por lo que continuamente le “da largas” al cajero. Cuando Legrand descubre lo que verdaderamente esconde el corazón de Lulú la película cobra todo su interés y dramatismo.
La película comienza con la presentación de los personajes en un teatro de marionetas y finaliza con el cierre del telón. Para Renoir el mundo se mueve por intereses y apariencias, sobre todo en las clases burguesas, a las que dirige su crítica.
Está basada en una novela de Georges de la Fouchardiére , y el gran Fritz Lang también hizo una versión sobre este relato, que tituló “Perversidad” (1945).
Es una gran ocasión para conocer a uno de los genios del cine francés, caracterizado por el gran dominio sobre tres elementos clave: la elipsis, la utilización del plano secuencia y el dominio sobre la profundidad de campo. “ La Chienne ” es una de sus obras más características, pues va más allá del mero romance sentimental para pasar a convertirse en una denuncia a la hipocresía burguesa. Una de las películas imprescindibles de la historia del cine que no puedes dejar pasar de largo. Ya sabes, alquílala en cualquier videoclub especializado o cómprala.