Comentario de Califia,

con las ilustraciones de M.D. Coverley:

Califia fue proyectada como un objetivo maestro para profundizar las probabilidades de defender una narrativa multimedia en entornos digitales. Integra la primera obra narrativa particularmente elaborada como hipermedia, ya que las obras precursoras en que ésta se cataloga son principalmente hipertextuales como Afternoon de Michael Joyce o Victory Garden de Stuart Moulthrop; o bien adaptaciones multimedia de novelas primordialmente editadas en papel, como es el caso de Asesinato en el Hotel de Baños del uruguayo Juan Grampone.

La novela, que ocupa 500 MB en un CD, consta de 800 pantallas, 2400 imágenes, 30 canciones, 300 páginas de texto y unos 48.000 enlaces. Contiene leyendas, docudramas, documentos oficiales, fotografías, cartas, dibujos, contratos, esquemas, narraciones, collages, música y mapas.

El rótulo de la fábula arranca de la leyenda publicada entre los conquistadores españoles, quienes confiaban conseguir una isla encantadora en la California de hoy en día. Creyeron que la tierra prometida encerraba extraordinarias riquezas protegidas por un pueblo de hermosas mujeres amazonas con un brazo de oro bajo el mando de La Calipha.

La obra comienza dirigiéndose al lector con la intención de que éste se introduzca en una narrativa electrónica: "Once upon a time there was an Island named California where dreams came true".



La novela se organiza narrativamente bajo la premisa de una búsqueda de la fortuna virtual, para motivar al lector y estimularle a investigar la historia de California a través de cinco generaciones.

Califia fue la primogénita de MD Coverley. Manifiesta la situación contemporánea de la ficción interactiva, interpretada como un género entre la narrativa y los juegos. En consecuencia se somete a naturalezas compuestas con cierta coherencia interna organizadas alrededor de la tradicional distribución del viaje, y transforma al lector en héroe, gratificándole una labor investigadora y abasteciéndole un confuso método de amparo a la navegación.

Los estudios realizados sobre esta obra destacan su calidad literaria (Hayles, 1998), el eficaz funcionamiento de su estructura tridimensional (Guertin, 1999) y la riqueza de sus voces narrativas (Odin, 1999). Recientemente Moulthrop (1999) ha propuesto a Califia como modelo de la conjunción entre juego y experimentación narrativa, clave para entender la evolución de la ficción interactiva en el futuro inmediato.

La novela se instaura a partir de un esquema cronológico y geográfico que nos llevan a través de cuatro viajes (Sur, Este, Norte, Oeste) para los que se emplean de modo metafórico los sistemas de navegación utilizados por los primeros investigadores (tablas solares, estrellas y cálculo de posición). Los cuatro viajes, junto a las cuatro secciones ( Roadhead, Maps, Archives y Starmaps ) componen los ocho libros de que consta la novela.

 

El ingreso a la obra está orientado por tres narradores, protagonistas favorecidos de singularización específicos que se enfocan muy especialmente sobre la sabiduría que cada uno concibe en relación al cosmos interpretado. Augusta Summerland guía el acceso cronológico por zonas, Calvin Lugo el acceso temático y por medios, y Kaye Beveridge es quien conoce los mitos familiares de los protagonistas y dispone de los documentales.

La creación de Califia manifiesta un enérgico conocimiento de distribución, incluso de graduación, en la medida en que las cuatro zonas principales, representantes de los cuatro puntos cardinales, tienen una jerarquía predispuesta. La navegación de esta organización posibilita instaurar seis secuencias correlativas:
          - Secuencia inicial (bienvenida y objetivos)



          - Secuencia de navegación (recursos de navegación y sistema de ayuda)



          - Secuencia Sur (The Comets in the Yard)




          - Secuencia Este (Wind, Sand and Stars)




          - Secuencia Norte (Night of the Beat)




          - Secuencia Oeste (The Journey Out)




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La información original de lo que acabo de nombrar está extraída del artículo de El narrador en ficción interactiva. El jardinero y el laberinto de Jose Luis Orihuela.
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La enfermedad del Alzheimer se podría considerar como un modelo perceptivo para el acto de la lectura de Califia . Viajando a través del tiempo y del espacio donde está la memoria a corto plazo sobrecargada por la tensión con las demandas de leer el texto, la riqueza de Califia nos desafía más allá del poder de la absorción, probando nuestra memoria con exceso de la información escarpada.

Los cambios repentinos en la dirección narrativa crean una clase de demencia ya que nos hacen descarrilar en nuestra lectura avanzando y retrocediendo en el tiempo. Cuando atravesamos el espacio activando un enlace, sigue sin haber ninguna memoria tangible del recorrido, y el botón "regreso" nos toma al revés en la organización estructural del texto, no en la narrativa. El lector debe divagar y desviarse en Califia porque todas las líneas narrativas son cortas y se quedan en el aire pero todos están ligados a través del tiempo y de la geografía por la constante búsqueda del tesoro. Pues Kaye dice: "It's all the same thing. Past dreams, future dreams, present dreams." (Augusta Path).

En Califia, también encontramos al espíritu de la mujer de la Vía Láctea quien se levanta en la tercera noche después de su muerte y, como el texto, visita todos los lugares significativos en su vida. Ella entonces vaga al este, al oeste y al sur, volviendo cada vez a su punto de partida. Como ella se dirigió al norte, le ruega a su marido que no le siga mientras que monta en el puente de los muertos de la Vía Láctea. Como Violeta, todo lo que ella deja detrás es "the shadow of her heels" visibles en la luz del día. De la misma manera que los lectores, emprendemos los viajes con las antiguas memorias sobre tres puntos del compás, y volviendo  a nuestro punto de partida en el final de cada viaje. Cuando damos la última vuelta se nos revelan algunos fragmentos finales de los misterios de las constelaciones de las populares estrellas y las historias familiares.

La danza entre el tiempo y el espacio son los elementos míticos que mantienen Califia unido en el paisaje fracturado de California, por ello, éste es un texto terrestre, lleno de mapas y detalles topográficos en continuos rumores sobre el oro enterrado.

La estructura de Califia se organiza en un modelo del mosaico con sus sílabas rotas agrupadas en varias colecciones: los mitos de Kaye, leyendas y profecías y la reconstrucción documental de Calvin conducida en los últimos acontecimientos. Todo esto está combinado con la narrativa cronológica de Augusta del presente donde las tres perspectivas escriben una historia que narra las historias perdidas y los conocimientos no oficiales.

Esta historia alterna es una genealogía feminista relatada a través de una unión discordante de discursos en ocho "libros": textos basados en "fotos biográficas", cartas, informes del gobierno, hechos, conversaciones, las entradas de periódicos y las narrativas reconstruidas se complementan y se vuelven a descubrir a través de fotos de la gente y de lugares, de falta de líneas, de un pedazo de la manta azul, de la música, de cuatro mapas de viajes y de un cielo nocturno en el que hace girar con su red de las estrellas de la guía.

Califia es un hipertexto temporal y espacial que contiene contradicciones, privilegiando tanto la información emocional y sensorial como el "conocimiento más importante" que tiene almacenado. El fragmento dominante de inteligencia en el texto es la experiencia transcendental que viene con la adquisición del tesoro de la conexión emocional, como cuando las huellas de Violeta aparecen en la arena o cuando Calvin se entera de quiénes fueron sus padres. La lógica asociacional del hipertexto le da una forma mnemónica, pero, como espacio archival incluso, también permite tal proliferación de contradicciones como la alienación de la emoción y de la sensación con "conocimiento". El hipertexto está siendo arraigado tanto en la memoria a corto plazo como por la extensión también arraigada en la pérdida de la memoria. Sin una jerarquía para gobernar los diferentes diagramas, un lector debe decidir cuál es importante en el texto y, trabajando con una estructura asociacional, muchos detalles están limitados para ser olvidados. Sin embargo, en Califia la información sensorial se codifica, no en el texto como tal, sino en la estructura archival.

La información de dispersión en la arquitectura tridimensional del diagrama con sus árboles de familia, (StarMaps), "Kit Bag" y 800 pantallas, el texto juega tanto con la pérdida de memoria como con su posesión usando la memoria a corto plazo limitada de un lector consigo mismo, y acordándose de la muchedumbre abrumadora. Una narrativa con estructura tripartita de los primeros planos sumergidos, la experiencia sensual de la conexión con la lectura en el momento y parte de la alegría en el texto son experimentados con el hecho físico de la navegación. El diagrama todavía existe, pero porque es abstracto y espacial, siendo la misma estructura e interfaz del trabajo según lo animado por el acto nómada de la lectura, es difícil de reconstruir en la mente excepto como respuesta emocional y sensorial.

La falta de memoria y un aspecto de la sobrecarga de la información son decretadas por la carencia de la jerarquía en la forma del hipertexto en sí mismo. Creando un sentido de la pérdida y de ser perdido, un lector salta con Califia muchas capas del texto, de la imagen, y del sonido, anticipando el futuro y sorprendiéndose por regresar a los últimos lugares, como el "Paradise Home"o " Nellie's Deed" -- hechos nuevos y significativos en reconocimiento. El texto privilegia el olvido y el redescubrimiento de qué se ha borrado con el uso de la enfermedad del Alzheimer como tropo estructural y estético para la inquietud, el nomadismo y la mudanza y quitar los  movimientos obsesivos del almacenamiento del oro. Esta clase de demencia anima al lector a que monte las pistas visuales y textuales del texto en historias coherentes en su propia memoria; la única jerarquía establecida emana de valoración del lector en los detalles de su recolección de pistas. La desorientación de navegar de un mundo nómada desconocedor requiere al lector, apenas como a Violeta,  en confiar más bien en los sentidos y en las emociones que en la lógica. Ésta se refiere más a la memoria asociacional que a la memoria simple. Es el lector el que forja la mentira de muchas conexiones inactivas en el texto, y es el lector el que debe reconciliar las contradicciones en su propia versión de la historia.

Califia es una experiencia que requiere la construcción de mundos asociacionales reuniendo el proceso activo de la lectura. La falta de estructuración lógica es también lo que estimula al lector a que "mire" el texto (y escuche su música). De esta forma la estética se convierte en parte del proceso de la lectura. La "belleza es una estructura resistente", y ésta significa que el lector no puede reducir, analizar o clasificar las imágenes sino que deben experimentarse en un nivel social. Al igual que la enfermedad del Alzheirmer, la estética es un sistema privado, personal (un código indescifrable y asociacional). La experiencia sensorial de las imágenes y de la relación entre texto e imagen se convierte también en parte de las travesías del diagrama,  porque las pistas nunca son jerárquicas o puramente textuales. La navegación del ambiente narrativo asegura poner los conocimientos físicos básicos del momento y activa el sentido propio del receptor, pero la lectura del texto y de la imagen señalan al lector ir a la deriva entre la dimensión espacio-temporal.

La demencia inherente en el espacio y en el tiempo variables se encarna a memorias que están en conflicto de los mismos acontecimientos y a formas de las historias orales. Rosalind Summerland, por ejemplo, nos vuelve a contar dos versiones de cómo disparan al padre de Augusta, en una de ellas dice:

"is what I believe at the time and continued to consider the official family account. Another has all the later revelations, the elements that fill in the spaces, answering questions we did not want to ask". (North: Point 4)

Todas las leyendas de la familia evidencian la misma fractura: son "el optimismo a ultranza de un manojo de excéntricos. Los tesoros pudieron ser inapreciables o inútiles dependiendo de su fe en el disparo largo" (South: Augusta 3). Es significativo que Califia no es una historia, sino que por el contrario es una genealogía. Este hipertexto privilegia a las narrativas subjetivas que se ponen en contraste por la presencia de historias oficiales y las perspectivas "objetivas" como mapas, documentos jurídicos y cuentas no censuradas de la avaricia y del racismo que condujeron a la opresión y a la extinción eventual de los indígenas conocidos como el Chumash.


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La información aquí publicada es una traducción del artículo Three-Dimensional Dementia: M.D. Coverley's Califia and the Aesthetics of Forgetting de Carolyn Guertin.

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