No es evidente normalmente para el lector (y a menudo ni
para los escritores
ni para el principiante) que el impulso para contar la historia tiene
que
venir de alguna parte, y cuando se toma esa opción, casi todo
sobre
la secuencia del "descubrimiento" del argumento está influido.
Sin
embargo, hay otra característica de nuestra lectura de
ficción
que los autores deben considerar: no importa cómo definen
cuidadosamente a un "narrador", porque "siempre" hay un autor
"implicado" que se sienta
detrás de esa construcción. Si vamos de nuevo a los
orígenes
de la forma, vemos que las novelas fueron interpretadas originalmente
como
historias "verdaderas".
En principio, se
consideró como una ofensa contra la iglesia para "inventar" una
historia (la creación era el poder de Dios, solamente).
Así pues, los novelistas tempranos se cercioraron de construir
siempre una estructura narrativa que pretendía ser "verdadera".
Incluso la más extraña de las novelas "románticas"
fueron narradas por alguien que demandó haber tenido la
experiencia o que lo había escuchado de una fuente de
confianza.
El problema en una novela electrónica, entonces, era
muy difícil.
En la literatura impresa, la convención de un autor/narrador se
entiende
bien, y hay una "suspensión dispuesta de la incredulidad" que se
construye
en el alma del lector al aproximarse a la mitad de la novela impresa.
No
tanto como en historias electrónicas.
Como acabo de decir,
tenemos
tres narradores visibles y activos pero ninguno de ellos representa
realmente
la "opinión del mundo" como autores. Están más
próximos
a las ideas del autor en ciertos puntos, pues han aprendido a ver con
más
profundidad. Pero Augusta se
construye
como un personaje bastante superficial, bueno para narrar los
acontecimientos
del día, pero no reflexiona lo suficiente (para argumentar
más,
ella está buscando un dinero efectivo difícil). Calvin está impaciente por
organizar el material que encuentra,
pero él, no lo refleja demasiado. Kaye está en lotes amplios
de especulación cósmica,
asociación, pero no tiene un carácter que sea capaz de
hacer
las conexiones que el "autor" habría tenido que hacer para que
la
novela exista en su actual forma. Por lo tanto, aunque M.D. Coverley no
está
en la escena, no es un narrador, no es parte uniforme de una
meta-ficción,
realmente, ella es el hecho de "desarrollar el conocimiento" en el que
siempre
se sienta, visible o invisiblemente, detrás de la
creación
en la cual la historia puede existir.
Augusta, Calvin y
Kaye realizan
un papel de género (tan útiles como los vehículos
para
contar otras historias en las que narran sus propiedades). A
través
de todo esto, el sentido de autoría desea interrogar el asunto
de
quién narra las historias, quién las cuenta.
Por tanto, los tres narradores interpretan un juego de ayuda a la
navegación
o de ayuda al sistema, más que un juego tradicional del narrador.
Los tres intentan proporcionar diferentes "puntos de vista" tanto en el
presente como en el pasado. Para aplicar esto a nuestros personajes les
falta
"materialidad" como tal y parecen ser herramientas de género,
interpretando
sus papeles como guías para una historia "real" en la que
buscamos imaginativamente todo un paraíso perdido. Tras muchos
razonamientos,
Marjorie, llega a la conclusión de que era una decisión
artística
muy difícil y un compromiso en el que la escritura equivalente
de
una novela de "argumento fuerte" se combina con una de "narrador
múltiple".
En otras palabras, la dificultad de navegación y la complejidad
del
punto de vista mitigando en contra del desarrollo de algún
personaje
profundo. También, todo el desarrollo de caracteres es una
consecuencia
de acción/reacción/resolución. En un hipertexto
electrónico
donde el lector tiene la libertad de ir a algún lugar, en
cualquier
momento, no puede comprender cómo asegurar una secuencia de
desarrollo
del personaje, conociendo este aspecto de la historia.
También podríamos decir
que M.D. Coverley es la "persona creadora",
pero no un "narrador" en sí mismo. Por ejemplo, y según
nos
cuenta Marjorie en la encuesta que le realiza José Luis
Orihuela,
en el caso de Maxime Hong Kingston
nos habla sobre la creación de "formar el sentido autorial" en "
Tripmaster Monkey". Aquí se decía que
comenzó
con la idea de que la "persona creadora" era omnisciente y
transparente.
Entonces, durante el transcurso de la escritura del libro ( Tripmaster) se dio cuenta de que
era imposible tener un autor transparente.
No importa qué es lo que hace un escritor, porque las
opciones
que hace "siempre" indican una vista del mundo, una personalidad, un
sistema
de valores. Dijo que esta "opinión del mundo" del autor puede
estar
de acuerdo o en contra con el narrador. En el caso de Tripmaster, Kingston dijo que se
encontró con que había
creado un invisible, pero el autor, era una perspectiva de una diosa
china.
____________________________________________________________________________________________________________________________
La
información aquí publicada es una traducción que
hago sobre algunas partes de la entrevista que
Jose Luis Orihuela
hizo a M.D. Coverley.
____________________________________________________________________________________________________________________________
First paper / Introducción /
Comentario / Narradores / S. Inicial
/ S. de
Navegación / S. Sur / S. Este / S. Norte / S. Oeste / Hipertexto / Biografía / Conclusión / Páginas Web