Tema 8: Los pronombres

 

El pronombre como categoría gramatical:

 

El pronombre, como categoría gramatical, ha sido cuestionado por muchos gramáticos que han reaccionado contra la idea que del pronombre tenia la gramática tradicional como”aquella palabra que sustituye al nombre para evitar su repetición”. Por eso es conveniente definir claramente este tipo de palabras para evitar incorrecciones, por tanto será definida como: “palabra gramatical con función nominal”

 

 

Clases de pronombres:

 

Hay tres clases de pronombres:

 

  1. personales: desempeñan la función primaria. Son sólo pronombres.
  2. determinativos: pueden desempeñar la función primaria (considerada pronominal) pero también pueden aparecer como función secundaria (como actualizadores o adjetivos determinativos)
  3. relativos: desempeñan una función pronominal y una función peculiar, consistente en establecer una relación entre dos oraciones. De ahí su nombre de relativos.

 

 

Pronombres personales:

 

Los pronombres personales expresan la noción de persona gramatical. Es un morfema, propio de los pronombres personales, los posesivos y los verbos, que señala  a los protagonistas del coloquio:

-         la primera persona es el emisor, el que habla.

-         la segunda persona es el receptor, el que escucha.

 

Los interlocutores intercambian los papeles del emisor y receptor.

-         la tercera persona se refiere a todo lo que no es ni emisor ni receptor. Puede ser un ser personal del que se habla aunque también puede ser objeto de referencia verbal. No persona.

 

    La peculiaridad de los plurales de las personas gramaticales:

 

-         la primera persona del plural no significa varios emisores, sino un conjunto de elementos personales, uno de los cuales es el emisor. Puede ser:

 

       Nosotros = yo + tu / yo + él / yo + vosotros / yo + ellos.

 

 

-         la segunda persona del plural no significa necesariamente varios receptores. Basta con que designe un conjunto de elementos personales, uno de los cuales sea receptor:

 

         vosotros = tú + tú / tú + él / tú + ellos.

 

 

-         La tercera persona del plural refiere a un conjunto de elementos personales o no personales.

 

Los pronombres personales obtienen siempre su significación dentro de un contexto o de una situación dada.

 

Paradigma de los pronombres personales:

 

Las formas españolas derivan de diferentes formas casuales latinas; a diferencia de los demás elementos nominales, que han perdido todo vestigio de flexión de caso, los pronombres personales españoles han conservado restos de las diferencias flexivas casuales que éstos tenían en latín.

Las formas españolas yo < EGO, me < ME, mi < MIHI, ¿conservan las funciones que en latín correspondían al nominativo, acusativo y dativo, casos de las formas de las que proceden? La respuesta es que no hay una correspondencia completa entre la forma y la función que estas lenguas tenían en latín y que las tienen en español:

 

-         las formas yo y tú conservan su función etimológica y actúan regularmente como sujeto.

-         La diferencia entre las formas derivadas del dativo (MIHI> mi, TIBI> ti, SIBI> sí) y las derivadas del acusativo (ME >me, TE>  te, SE> se) residen en que las primeras son tónicas y siempre son  términos de preposición, mientras que las segundas son átonas y nunca van acompañadas de preposición.

 

Los pronombres átonos son formas clíticas que sólo pueden aparecer regidas por un verbo.

Encontramos en español muchas formas del pronombre de tercera persona que tienen sus étimos en demostrativos latinos. El español ha heredado también diversas formas casuales en los pronombres personales derivados de demostrativos latinos:

 

-         Él < ILLE, ella < ILLA, ello< ILLUM  han conservado la función de sujeto en el paradigma reflexivo, mientras que en el paradigma no reflexivo funcionan tanto como sujeto como complemento tónico preposicional.

-         Solo las formas del paradigma no reflexivo de tercera persona le< ILLI, la <ILLAM, lo< ILLUM conservan los valores funcionales que tenían en latín, con las matizaciones que mas adelante se verán.

 

El pronombre personal español, conserva restos de la flexión casual latina, pero el valor que estas marcas flexivas tienen en español no coincide totalmente con el que tenían en la lengua madre.

El paradigma de las formas pronominales españolas pueden esquematizarse del siguiente modo:

A)    pronombre personal de primera persona

 

 

singular

Plural

sujeto

Yo

Nosotros

Nosotras

Complemento tónico

Preposicional

conmigo

Nosotros

Nosotras

Complemento átono

No preposicional

Me

nos

 

 

B)     pronombre personal de segunda persona

 

 

Singular

Plural

Sujeto

Vosotros

Vosotras

Complemento tónico

Preposicional

Ti

Contigo

Vosotros

Vosotras

Complemento átono

No preposicional

te

os

 

 

 

C)    pronombre personal de tercera persona (paradigma reflexivo)

 

 

singular

Plural

Sujeto

Él, ella,ello

Ellos, ellas

Complemento tónico

preposicional

consigo

consigo

Complemento átono

 No preposicional

se

se

 

 

D)    pronombre personal de tercera persona (paradigma no reflexivo)

 

 

Singular

plural

sujeto

Él, ella, ello

Ellos, ellas

Complemento tónico

preposicional

El, ella, ello

Ellos, ellas

Complemento átono preposicional

Le [se] (OI)

Lo (OD masc.)

La (OD fem.)

Les [se] (OI)

Lo (OD masc.)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ante estos paradigmas pronominales debemos hacer ciertas observaciones:

 

  1. los pronombres de tercera persona se agrupan en dos paradigmas, según tengan un valor reflexivo o no reflexivo. Si el pronombre personal complemento hace referencia a la misma realidad designada por el sujeto, se deben emplear las formas reflexivas; si hace referencia a una realidad diferente de la significada por el sujeto, se usaran las formas no reflexivas.

 

María se lava la cabeza  (la suya propia)

María le lava la cabeza  (a otra persona)

 

Las formas reflexivas proceden de los pronombres personales latinos. Las formas no reflexivas derivan en su totalidad de los demostrativos latinos.

 

  1. El pronombre personal de tercera persona del paradigma no reflexivo, que cumple la funcion de OI átono no preposicional, tiene dos alomorfos: le (singular),les (plural), que se usaran en todas las ocasiones salvo cuando, se integren por un pronombre átono, al mismo tiempo, el OI y el OD; en este caso, y por razones de eufonía, se empleará el alomorfo se  tanto para el singular como para el plural:

 

María le lava la cabeza  a Carmen / maría se la lava.

                      OI         OD            OI                       OI OD

 

En este caso hay que tener muy claro que esta forma del pronombre OI, se, no tiene nada que ver, ni desde el punto de vista etimológico ni semántico con el pronombre reflexivo se. Se trata de un caso de homonimia. Puede darse el caso de un mismo enunciado, sacado del contexto, tenga dos significados, según el valor que le demos al pronombre se:

 

María se lava la cabeza / Maria se lava  (reflexivo)

María le lava la cabeza a Carmen/ María se la lava (no reflexivo)

 

Por eso es imprescindible tener en cuenta la información que proporciona el contexto.

 

  1. los pronombres plurales  nosotros, nosotras, vosotros, vosotras son formas compuestas por el pronombre personal nos y vos mas el indefinido otros, otras (nos-otros, vos-otros). Esta composición origina la aparición de la flexión de género en el pronombre personal de primera y segunda personas. Los masculinos plurales nosotros, vosotros, como formas no marcadas, se emplearan para indicar, tanto un grupo compuesto exclusivamente varones, como por varones y mujeres. En cambio, nosotras, vosotras, significarán sólo grupo de mujeres.
  2. El español ha conservado unas formas especiales, conmigo, contigo, consigo, derivadas de las latinas MECUM, TECUM, SECUM, reforzadas por la preposición CUM (CUMMECUM, CUMTECUM, CUMSECUM), para la función de CC de compañía que tenían las formas latinas. El pronombre consigo se emplea como forma singular y plural.
  3. los pronombres átonos no preposicionales de tercera persona, paradigma no flexivo, presentan una clara  disimetría con el resto de los pronombres personales de función semejante. Frente al paralelismo y simplicidad de me/te/se; nos/ os/ se), presentan unas formas muy diferentes y con una complejidad  formal y funcional que no vemos en ningún otro tipo de palabra. Además, conservan formas casuales específicas para las funciones etimológicas: le,les, formas de dativo para el OI, lo, los, formas de acusativo masculino para el OD masculino, y  la, las, formas de acusativo femenino para el OD femenino.
  4. El pronombre de tercera persona singular tiene una forma de género neutro, ello, que será estudiada más adelante. Se trata de uno de los pocos restos de este género que conserva la lengua castellana.

 

 

 

 

Empleo gramatical de los pronombres personales:

 

Varios son los puntos de reflexión sobre el empleo gramatical de los pronombres personales, que vamos a ir desarrollando seguidamente:

 

a)      Los tratamientos.

b)      Los empleos redundantes de los pronombres personales

c)      Leísmo, laísmo y loísmo.

d)      Faltas de correspondencia entre forma pronominal y realidad designada.

e)      Yo y tú como término de preposición.

f)        Empleo de las formas no reflexivas con valor reflexivo.

g)      El pronombre ello.

h)      La reflexión sobre los valores de se, debido a la íntima relación que este pronombre tiene con las formas verbales, es mas conveniente realizarla en el capitulo dedicado al estudio del verbo.

 

 

A)   los tratamientos

 

La diferencia de tratamientos es una de las manifestaciones más claras del influjo que los factores sociales ejercen sobre el lenguaje. La presión social, que pretende distinguir al interlocutor por medio del empleo de diferentes formas lingüísticas, es la responsable de que la lengua acepte unos usos pronominales (que tiene su reflejo también en el empleo de verbos y posesivos) que pueden ser considerados como una transgresión a la norma.

 

La lengua española tiene dos tipos de tratamientos diferentes:

 

1.      el tratamiento de familiaridad,  empleado cuando el hablante se dirige a un interlocutor con el que tiene muchas confianza, o es considerado como un inferior, en edad o dignidad. Este tratamiento se expresa por medio de las formas pronominales, verbales y posesivas correspondientes a la persona a la que el hablante se dirige (2ª persona del singular). Es decir, es el uso que podríamos denominar regular:

 

Tú te quedas en tu casa. Esto es para ti.

 

No obstante, hay que observar que en la mayor parte del dominio hispánico (América, Canarias y parte de Andalucía) el tratamiento de familiaridad, en plural, ignora la forma vosotros y sus correspondientes formas verbales y posesivas; en su lugar se emplean el pronombre ustedes con los verbos y posesivos en tercera persona del plural.

 

Ustedes se quedan en su casa. Esto es para ustedes

 

Mientras que en español peninsular normativo se dice:

 

Vosotros os quedáis en vuestra casa. Esto es para vosotros.

 

2.      el tratamiento de respeto o de cortesía se emplea cuando el hablante se                   dirige a desconocidos o a personas con las que no le unen vínculos de amistad o confianza. También se emplea cuando se dirige a superiores en edad o dignidad. Este tratamiento se expresa por medio de formas que se alejan de la norma, y que han sufrido modificaciones a lo largo de la historia.

 

a)   El primer tipo de tratamiento de respeto consistió en emplear las formas de las segunda persona del plural con valor singular( como sucede aún hoy en las lenguas como el francés):

 

Vos os quedáis en vuestra casa. Esto es para vos.

 

A esta forma de tratamiento de respeto se la denomina voseo clásico español.

El paradigma de los pronombres personales de este tipo de tratamiento es el siguiente:

 

sujeto

Vos

Complemento tónico preposicional

Vos

Complemento átono no preposicional

os

 

En cuanto al uso de los posesivos se empleaban los pertenecientes al paradigma de varios poseedores.

 

b)  La progresiva extensión de este tipo de tratamiento supuso su degradación, hasta llegar a convertirse en un tipo de tratamiento vulgar, y hasta ofensivo. Por ello se le buscó un sustituto en algunas perífrasis nominales como vuestra merced, vuestra señoría, vuestra excelencia, etc. Que, lógicamente, concordaban con verbos y posesivos en tercera persona. Estas perífrasis fueron gramaticalizándose y reduciendo su cuerpo fónico, hasta convertirse en el actual usted y las formas de uso mucho más restringido usía, vuecencia, etc.

Actualmente, el tratamiento de respeto se expresa en todo el dominio hispánico por medio de las formas usted + verbos y posesivos de tercera persona:

 

Usted se queda en su casa. Esto es para usted.

 

El paradigma pronominal es el siguiente:

 

 

singular

Plural

Sujeto

usted

Ustedes

Complemento tónico

Preposicional

usted

Ustedes

Complemento átono

preposicional

Se

Le, lo, la

Se

Les, los, las

 

c)   En algunas regiones de América, los dos tratamientos españoles, el de familiaridad y el de respeto, se funden en uno solo, que será el tratamiento único hasta el momento en que se convierta en tratamiento de familiaridad. Es el llamado voseo americano,  empleado hoy día como tratamiento de familiaridad en diversos países del sur y del centro del continente americano.

 

El paradigma pronominal de este tipo de tratamiento es el siguiente:

 

Sujeto

Vos

Complemento tónico preposicional

Vos

Complemento átono no preposicional

te

 

Vos te quedás en tu casa. Esto es para vos.

 

Resumiendo los distintos paradigmas pronominales, según tratamientos y regiones hispánicas son los siguientes:

1.      Tratamiento de familiaridad en España (salvo Canarias y parte de Andalucía):

 

 

 

Singular

Plural

Sujeto

Vosotros

Complemento tónico preposicional

Ti

Vosotros

Complemento átono no preposicional

te

os

 

Los verbos y los posesivos son los correspondientes:

 

                               Tú: verbo singular; posesivo del paradigma de un solo poseedor (tu).

                          Vosotros: verbo plural; posesivo de varios poseedores (vuestro).

 

2.      Tratamiento de familiaridad en la América no voseante (más Canarias y parte de Andalucía):

 

 

 

singular

Plural

Sujeto

Ustedes

Complemento tónico preposicional

Ti

Ustedes

Complemento átono no preposicional

Te

Se

Les, las, los

 

 

Los verbos y los posesivos se emplean de la siguiente forma:

 

     -   Tú: verbo singular; posesivo del paradigma de un solo     poseedor (tu)

     -       ustedes: verbo 3ª persona de plural; posesivo de 3ª persona (su)

 

3.      tratamiento de familiaridad en la América voseante:

 

 

singular

Plural

Sujeto

Vos

Ustedes

Complemento tónico preposaicional

Vos

Ustedes

Complemento átono no preposicional

te

Se

Les, las, los

 

Los verbos y los posesivos se emplean de este modo:

 

-         vos: verbo en 2º persona plural monoptongados; posesivos del paradigma de un solo poseedor (te)

-         ustedes: verbo 3º persona plural; posesivo de 3º persona (su)

   

 

4.      tratamiento de respeto, común a todo el dominio hispánico:

 

 

 

singular

plural

Sujeto

Usted

Ustedes

Complemento tónico preposicional

Usted

Ustedes

Complemento átono no preposicional

Se

Le, la, lo

Se

Les, las, los

 

 

 

 

 

 

 

b) Empleos redundantes de los pronombres personales

 

 

En español existen oraciones en las que el mismo complemento puede aparecer dos veces, representado por un sintagma nominal pleno y por un pronombre átono o por dos pronombres, uno tónico con preposición y otro átono.

Se trata de usos pleonásticos o redundantes de los pronombres personales:

 

A Juan lo vi en la universidad / A él lo vi en la universidad

A María le gusta el cine / A ella le gusta el cine

 

c)    leísmo, laísmo y loísmo

 

 

El leísmo, el laísmo y el loísmo constituyen una de las principales anomalías que experimenta el pronombre personal en su empleo gramatical. Consisten en lo siguiente:

 

1. Leísmo o empleo del pronombre le con función de OD masculino:

 

                         Ese libro le he  leído

                                        OD 

 

                       Llámale y dile que venga (a Juan)

                                OD

 

2. Laísmo o empleo del pronombre la con función de OI femenino:

 

                         Llama a María y dila que venga

                                                       OI

3. Loísmo o empleo del pronombre lo con función de OI masculino. Es un       uso considerado muy vulgar:

 

                        Lo di  unos libros

                  OI

 

 

 

 

 

 

 

 

d)  Faltas de correspondencia entre forma nominal y realidad designada

 

 

Algunos usos pronominales manifiestan una falta de correspondencia entre la forma empleada y la realidad designada. Son fundamentalmente:

 

1.      el plural mayestatico. Consiste en emplear las formas plurales arcaicas, no compuestas de la primera persona (nos) con valor de primera persona singular. Contribuía a dar solemnidad cuando hablaban reyes, papas o altas dignidades:

 

nos, el rey, declaramos….

 

2.       el plural de modestia. Consiste en emplear las formas de la primera del plural por las del singular.

 

Creemos que esto es asi…

 

3.       el plural sociativo. Se emplea la primera persona del plural para significar segunda del singular o segunda del plural.

 

¿cómo estamos hoy?

 

4.      otro tipo de plural sociativo es el que emplea la primera persona del plural con valor de tercera del plural.

 

Hemos ganado.

 

5.      segunda persona con valor impersonal, muy frecuente en el lenguaje coloquial:

 

En aquel pueblo hace un frío que te corta las narices.

 

6.      en ocasiones la segunda persona del singular puede tener valor de primera. Este uso también frecuente en el lenguaje coloquial.

 

En clase no puedes ni moverte.

 

7.       la tercera persona se ha utilizado de diversa manera a lo largo de la historia como expresión de segunda persona.

8.      la tercera persona puede emplearse con valor de primera en el lenguaje conversacional.

  

            Un servidor lo hará.

 

9.      los pronombres átonos no reflexivos se emplean frecuentemente de manera innecesaria, dativo etico.

 

Este niño no me come.

e)   Empleo de las formas no reflexivas con valor reflexivo.

 

Cuando el pronombre complemento de la tercera persona hace referencia a la misma persona designada por el sujeto y es tónico va precedido de preposición  muchas veces se emplea en su lugar las formas no reflexivas.

 

Juan lo quiere todo para él.

 

Se deberia interpretar que Juan lo quiere todo para una tercera persona.

 

f)    el pronombre ello

 

el pronombre neutro de tercera persona, ello, sufre en la lengua actual un proceso de desaparición.

Se utiliza tan solo para indicar el resumen de una idea innominada aportada por una frase anterior:

 

Le dijo que hiciera algo y ello no pareció gustarle.

 

 

Los posesivos

 

                  son un tipo de palabras emparentadas genéticamente y significativamente                     con los pronombres personales.

 

Forma:

 

el poseedor es la persona gramatical a la que el posesivo hace referencia. El objeto poseído es el que impone al posesivo las marcas flexivas de género y número.

 

función:

 

La naturaleza pronominal de los posesivos viene avalada por su parentesco, tanto formal como significativo, con los pronombres personales. Tiene un paradigma cerrado y relativamente reducido. Pero su funcionamiento es casi siempre adjetivo, de adyacente del núcleo de un sintagma nominal al que acompañan y del que toman las marcas flexivas.

 

Comportamiento sintáctico:

 

1.      las formas átonas siempre preceden al sustantivo y son incompatibles con el articulo.

2.      las formas plenas del posesivo tienen un comportamiento muy diferente.

 

a)      Son formas acentuadas que siempre se colocan pospuestas al sustantivo. Cuando ocupan este lugar por lo que son compatibles con él.

b)      Como adjetivo que es, puede formar parte de un sintagma nominal en el que el papel de núcleo lo desempeña un artículo. Como cualquier adjetivo, puede admitir gradación y complementación por medio de un adverbio.

c)      Las formas plenas pueden desempeñar funciones propias de los adjetivos:

 

-         Adyacente de un sustantivo: este hijo mío es un desastre.

-         Atributo: este libro es suyo

-         Incidental: trajeron, suyos, algunos trabajos.

 

 

Significación

 

Estas palabras no siempre indican posesión. Significan una relación entre el objeto representado por el sustantivo al que acompañan y una persona gramatical.

Se suele aceptar la equivalencia entre posesivo y de + pronombre personal, pero esta equivalencia no se completa:

 

El libro de él / el libro suyo / su libro

 

Pero

 

La mayoría de ellos estudia / * la mayoría suya estudia

 

 

Los posesivos y los pronombres personales

 

El estrecho parentesco entre personales y posesivos es lo que permite la equivalencia semántica entre posesivo y de + pronombre personal. El español no distingue las formas de uno o varios poseedores que carecen de flexión de género. Un sintagma como:

Su procedencia

 

Puede contener los significados de la procedencia de  él , de ella, de ello, de  ellos, de ellas, de usted y de ustedes. Por ello el español a recurrido a diversas soluciones para evitar estos usos en los que el posesivo puede resultar ambiguo:

1. El empleo de un complemento preposicional redundante junto con el posesivo:

 

He visto a su padre de usted.

 

2.      El empleo del complemento preposicional en lugar del posesivo:

 

He visto al padre de ella.

 

3.      el español ha heredado el latin la posibilidad de expresar los contenidos propios de los posesivos por medio de una construcción pronominal en la que el pronombre personal va en forma dativa, llamadas dativos posesivos.

 

Que corten su pelo / que le corten su pelo

 

Los posesivos y el artículo

 

Lo mas frecuente es que el sustantivo aparezca actualizado por el articulo:

 

Quiero aprovechar el tiempo

 

En español no se dice: quiero aprovechar mi tiempo. Pero el valor posesivo no reside en el articulo sino en el contexto.

 

El recurso al posesivo solo es necesario cuando el contexto puede hacer que el referente de estos sustantivos resulte ambiguo.

 

Los demostrativos

 

Los demostrativos son una clase de palabras que se incluyen dentro del grupo de los deícticos.

 

Forma

 

Las formas de los demostrativos españoles tienen flexión de género y número, morfema impuesto por el sustantivo al que acompaña el demostrativo o al que se refiere.

 

 

 

 

 

 

 

El paradigma de los demostrativos españoles es el siguiente:

 

 

 

singular

 

plural

 

masculino

Femenino

neutro

masculino

femenino

cercania

Este

Esta

Esto

Estos

Estas

Cercania media

Ese

Esa

Eso

Esos

Esas

Lejanía

aquel

aquella

aquello

Aquellos

aquellas

             

 

Función:

 

Los demostrativos son palabras que pueden desempeñar dos funciones fundamentales:

 

1.      las formas masculinas y femeninas pueden ser determinantes del sustantivo al que acompañan. Concuerdan en genero y caso con él. Cuando el demostrativo se pospone al sustantivo este debe ser actualizado por un articulo.

Este chico / el chico este / * chico este

 

2.      todos los demostrativos pueden desempeñar la función primaria sin necesidad de la adjunción de ningún elemento gramatical. El demostrativo es el núcleo del sintagma del que forma parte.

 

Significación:

 

A)    Deícticos

 

Los demostrativos son palabras deicticas, establecen una relación entre la persona gramatical y el espacio y el tiempo. De ahí la función de actualizadores.

Tradicionalmente se ha entendido que los demostrativos significaban con relacion a las tres personas gramaticales:

 

1ª persona: este; 2ª persona: ese; 3ª persona: aquel.

 

B)     Situacionales

 

 

Los demostrativos significan por alusión:

 

1.      dentro de una situación, indicando proximidad o lejanía

 

a)      Espacial. Esta mesa es mas incomoda que la tuya.

b)      Temporal. Aquellos días fueron muy fríos.

c)      Nocional. Esas preocupaciones no la dejan descansar.

2. O dentro de un contexto.

 

Por la calle venían Juan y su padre; éste vestía una cazadora gris y aquel una gabardina

Hemos de entender que Juan vestía una gabardina mientras que su padre llevaba una cazadora.

 

C)    Fóricos

 

Muchas expresiones frecuentes en el habla coloquial tienen su origen en la función fórica de los demostrativos: nada de eso, eso sí que no, de eso nada monada, etc…

 

D)    Antecedentes de relativo

 

En algunos casos el demostrativo y el artículo pueden tener un valor equivalente, como antecedentes del relativo:

 

Aquel que haga el trabajo / El que haga el trabajo

 

Los numerales

 

Las clases de palabras que significan haciendo relación al número son los numerales cardinales, ordinales, múltiplos, partitivos y colectivos.

 

Los numerales cardinales

 

Son aquellos con los que nombramos los numeros. Como el objeto designado tiene infinitos elementos.

 

Forma:

Los cardinales españoles estan construidos empleando la base diez. Los hay:

 

-         Simples: uno, dos, tres…

-         Derivados: doce, trece, catorce….

-         Compuestos:

A)    Por coordinación: dieciséis (diez y seis)

B)     Por yuxtaposición: ciento cuatro

 

Función:

 

Los numerales cardinales (menos, millón, millardo y billón) pueden desempeñar la función secundaria, como determinantes, actualizando al sustantivo que acompañan, y la función primaria, ocupando el puesto de un sustantivo omitido.

 

1.      Como determinantes, sólo pueden acompañar a los sustantivos contables o discontinuos.  Dos libros, veinte naranjas…

2.      como elementos con funcion primaria, ocupan el lugar de un sustantivo omitido; en ese caso  desempeñan la función de núcleo de un SN. Tenía tres naranjas y me dio dos.

 

 

 

Significación:

 

1.      Los numerales cardinales significan normalmente cantidad precisa, realizando una actualización no identificadota. Cuantifican pero no identifican

2.      se pueden usar para indicar cantidad imprecisa;  te escribo tres letras para decirte….

3.      cuando los cardinales significan los guarismos, tienes función sustantiva, género masculino y pueden admitir flexión de plural.

 

Ha salido premiado el doscientos catorce

4.      Los numerales cardinales pueden desempeñar la función de los demas tipos de    numerales.

 

 

 

Los numerales ordinales

 

 

Constituyen una clase totalmente diferente de la de los cardinales. Son unas palabras relacionadas con los números, pero que tienen naturaleza adjetiva y nunca significan cantidad. Los cardinales pueden cumplir la función de determinantes cuantificadores del sustantivo:

 

Han llegado dos personas

 

El ordinal es un adjetivo, por eso algunos adjetivos calificativos pueden aparecer en los mismos contextos que los ordinales y con valores equivalentes.

 

He leído el ultimo capitulo

 

A)    partitivos

 

Los numerales partitivos o fraccionarios constituyen una clase de palabras que indican cantidad y sirven para expresar fraccion exacta. El procedimiento general empleado por la lengua para indicar este concepto es la utilización de los cardianales para expresar el numrador y de los fraccionarios para el denominador:

 

¾ tres cuartos.

 

De los numerales partitivos, sólo medio puede emplearse como determinante, precediendo al sustantivo al que actualiza:

 

Medio pastel

 

En los demas casos, suelen tener función sustantiva y van cuantificados por el cardinal y complementados por medio del sustantivo precedido de preposición:

 

Dos tercios del pastel

B)     multiplos

 

Los numerales multiplos tienen un paradigma enormemente defectivo; tan solo se emplean las formas doble, triple, cuádruple y quíntuple.

Estos numerales se pueden emplear como determinantes cuantificadores, precediendo al sustantivo al que actualizan:

 

Nos han dado triple ración de pan

Recibieron doble cantidad de dinero

 

Cuando siguen al sustantivo, no lo actualizan, sino que proporcionan una significación semejante a las de otros adjetivos calificativos.

El sustantivo necesita otro elemento determinante que lo actualice:

Asistimos a una sesión doble de cine (tiene un valor semejante a una sesion continua de cine)

 

Con mucha frecuencia los numerales multiplos se suelen emplear con funcion sustantiva; en ese caso el sustantivo precedido de preposicion, complementa al numeral:

 

Hemos dedicado el cuádruple de tiempo que vosotros.

 

Para expresar los demás valores multiplicativos se suele recurrir al cardinal correspondiente seguido de veces mas:

Tenemos veinte veces más dinero que el año pasado

 

d)      colectivos

 

También el paradigma de los colectivos es muy defectivo. Se trata de un grupo de sustantivos que significan colectividad en relación con números concretos. Estos colectivos se han consolidado en la lengua por razones extralingüísticas: par, decena, docena, quincena…

Algunos de estos colectivos han adquirido valores específicos por emplearse especialmente en determinados ámbitos; por ejemplo novena es un ejercicio devoto que se realiza a lo largo de nueve días.

Son siempre sustantivos y nunca desempeñan funciones pronominales ni actualizadores.

 

Los indefinidos.

 

Se suelen considerar como indefinidos elementos muy diversos: unos elementos significan cantidad, otros alteridad, otros identidad, otros distribución, otros menos indefinida… Ni siquiera se agota la relación de sus elementos. El elenco de las formas indefinidas suele quedar abierto en los manuales de gramática y se ve incrementado con formas léxicas o sintácticas que se gramaticalizan. El indefinido ha sido una especie de cajón desastre donde se han colocado aquellos elementos difíciles de clasificar.

 

a)      cuantificadores

 

hay un grupo de palabras de naturaleza pronominal, capaces de cuantificar al sustantivo al que acompañan o al que se refieren. Estas palabras pueden realizar una cuantificación exacta, como es el caso de los cuantificadores numerales, o no exacta, como son los cuantificadores indefinidos.

Estos cuantificadores indefinidos pueden ordenarse según una escala, de más a menos, según la indicación de cantidad que realicen: todo, demasiado, mucho, bastante, varios, alguno, poco, ninguno.

Desde el punto de vista semántico son cuantificadores imprecisos.

Pueden desempeñar la función de determinantes, actualizando al sustantivo sin identificarlo y aportando una significación de cantidad imprecisa:

 

Todos los niños tuvieron un regalo

Aquí hay demasiada gente

Vinieron muchas personas

Tengo bastante dinero

Compré varios libros de gramática

 

Algunos adjetivos calificativos, como diversos, distintos, etc., pueden desempeñar, en ocasiones, valores muy semejantes a los de estos indefinidos cuantitativos:

 

Diversos autores apoyan esta opinión

He conocido distintos países

 

Pero esto no es justificación para incluirlos entre los indefinidos, ya que carecen de las propiedades anafóricas de los pronombres. Son simplemente adjetivos cuasideterminativos.

Los indefinidos cuantitativos pueden desempeñar también una función primaria, ocupando el papel del sustantivo  al que se refiere:

 

Todos tuvieron un regalo.

Tengo bastante (dinero)

 

Algunos de estos elementos (mucho, poco, bastante, demasiado) pueden desempeñar también una función adverbial. En ese caso, pierden la flexión y se emplean sólo en su forma masculina singular:

Trabajan poco, pero hablan mucho

Esos coches corren demasiado

Son bastante grandes

 

Cuando mucho funciona como adverbio y acompaña a un adjetivo, adopta la forma muy:

 

Es muy grande, y no *Es mucho grande

 

Con respecto a estos indefinidos cuantitativos hay que observar:

1.      Tienen flexión de género y número, excepción hecha de bastante, que solo tiene la de número.

2.      ninguno, sólo se emplea en su forma singular, masculina o femenina, salvo en alguna construcción con valor expresivo o  cuando acompaña a pluralia tantum:

 

no tengo ningunas ganas de ir

 

 

3.      varios, sólo funciona como pronombre indefinido en su forma plural, por lo que sólo tiene flexión de género. En su forma singular es un adjetivo calificativo. En su uso como indefinido cuantitativo tiene los mismos valores y desempeña las mismas funciones que los demás elementos de este paradigma.

4.      alguno y  ninguno establecen una relación formal y semántica con alguien, nadie, algo y nada por lo que serán estudiados conjuntamente mas adelante.

5.      poco, precedido de  uno, forma una expresión con un valor equivalente a algo o alguno. Puede ser una expresión partitiva en que poco tiene la función primaria:

Queda un poco de pan

no quiere decir que quede poco pan, sino que queda algo de pan

Puede también ser una expresión no partitiva. En tal caso, puede desempeñar la función primaria o secundaria:

-¿tienes harina?- sí, tengo una poca

 

6.      todo es un pronombre que, cuando tiene función secundaria se antepone a todos los demás determinantes, incluido el artículo; por eso, en algunas gramáticas se le llama preartículo.

 

Todo + sustantivo en singular equivale a todo + artículo + sustantivo en plural:

Mensaje dirigido a toda persona de bien (a todas las personas de bien)

 

b)      Alguno, ninguno, alguien, nadie, algo, nada

 

 Estos indefinidos son uno de los instrumentos de los que se sirve la lengua para esta distinción de significados: alguien y nadie denotan personas, mientras que algo y nada designan cosas. Alguno y ninguno designan personas y cosas.

 

1.      Alguno y ninguno pueden desempeñar la función secundaria, como determinantes, y la función primaria, como núcleos del SN. Cuando preceden a un sustantivo, se apocopan. Con frecuencia pueden neutralizarse:

 

En lugar alguno = en ningún lugar

 

2.      Alguien y nadie sólo pueden desempeñar la función primaria, para referirse a entes personales. Cuando nadie va pospuesto al verbo, exige también la presencia de un elemento negativo:

 

Nadie dice eso

 

3.      Algo y nada pueden desempeñar tanto la función primaria como  la terciaria. Si nada va detrás de verbo exige la presencia de otro elemento negativo en la oración.

 

Quiero algo para el insomnio

Nada me preocupa

No me preocupa nada

 

 

 

 

 

c)      uno, una unos, unas

 

ya se ha hablado de un(o), una, unos ,unas al tratar el problema del artículo. Se trata de unas formas que pueden desempeñar las funciones de artículo indeterminado y de pronombre numeral e indefinido.

Cuando tiene función pronominal, en singular, suele significar la unidad. En este caso no emplea la forma plural y desempeña tanto la función primaria como la secundaria. En plural, con frecuencia, adquiere valores indefinidos próximos a algunos:

 

Al libro le faltaban unas páginas

 

Con este valor, aparece a veces incrementado por otros cuantificadores, como pocos o cuantos:

 Al libro le faltaban unas pocas páginas

Al libro le faltaban unas cuantas páginas.

 

Puede desempeñar funciones primarias, tomando su significación del contexto. Fuera de contexto suele tener un valor personal:

 

Al libro le faltaban páginas: unas por haber sido arrancadas; otras se habían perdido por defecto de encuadernación

 

 

d)      cualquiera

 

Esta formado por composición del relativo cual y la forma verbal quiera, y aporta una significación de indiferencia respecto a una elección real o supuesta. Supone la idea de pluralidad.

Se puede emplear con una función secundaria, masculino o femenino, se apocopa:

 

Cualquier cosa

Cualquier libro  

 

Cuando se coloca detrás del sustantivo, es necesario que éste vaya actualizado por otro determinante no identificador:

 

Una cosa cualquiera

Otro libro cualquiera

 

Puede emplearse también con función primaria. En este caso, si el contexto no condiciona la interpretación, cualquiera tiene su significación personal:

 

Eso lo dirás a cualquiera

 

e)      otro

 

este pronombre se emplea con una función secundaria, como determinante, precediendo al sustantivo, concordando con él en género y número, y con una función sustantiva.

 

1.      Alteridad. Una significación muy frecuente es la indicación de alteridad, señalando un objeto diferente de aquel del que se está hablando. Tiene, en este caso, el valor de diferente. Con este valor, puede ir solo o acompañado por otro actualizador, identificador o no:

 

Quiero otro libro / quiero otro (quiero un libro diferente)

Quiero el otro libro / quiero el otro

 

2.      distributivo. Puede adquirir también este valor en correlación con otros elementos pronominales:

 

unos estudian lengua y otros literatura

 

3.      Puede, según el contexto en el que aparezca, tener una significación equivalente a el resto, a lo demás:

 

           Tú  solo quieres el dinero; lo otro no te interesa

 

f)        mismo

 

Su origen está en el pronombre latino IPSE, próximo a los pronombres personales. Podemos       estudiarlo entre los indefinidos, por su valor antónimo de otro.

En primer lugar se debe constatar que nunca puede actuar como determinante lo preceda y actualice al sustantivo núcleo del SN. No puede decirse

*es mismo perro con distinto collar.

 

Sino

 

Es el mismo perro con distinto collar.

 

Además tiene comportamientos propios de un adjetivo: admite derivación superlativa (mismísimo)o apreciativa (mismito) puede convertirse en adverbio por la adjunción del sufijo –mente (mismamente), etc.

 

Los valores que adquiere en el discurso:

1.      como elemento identificativo de carácter comparativo, antónimo de otro o de diferente. Se sitúa entre el determinante y el sustantivo:

 

             he visto la misma película dos veces.

             Los dos hermanos tienen el mismo carácter.

 

 

2.      como elemento intensivo, con un valor próximo a incluso, hasta, propio, precisamente. Aparece, o entre el determinante y el sustantivo, o pospuesto al sustantivo o a un pronombre personal, a un adverbio,etc.

Yo mismo lo haré

El examen lo haremos aquí mismo

 

 

3.      construcciones reflexivas. Aparece como elemento indicador de correferencia en:

siempre habla de sí mismo

 

4.      valor anafórico. Mismo se emplea cada vez más en construcciones de valor anafórico que la Academia desaconseja, recomendando en su lugar otros procedimientos, como el uso de los pronombres relativos, personales, demostrativos, posesivos, etc.

 

Ayer se celebró una fiesta; asistieron a la misma….

 

Es mejor:

 

Ayer se celebró una fiesta a la que asistieron

Ayer se celebró una fiesta; asistieron a ella…

 

g)      cada. Sendos.

 

Su significación distributiva no es argumento que pueda justificar su clasificación entre los numerales. Ninguna de estas dos palabras tiene alguna relación con los numeros, ni desde el punto de vista léxico ni semántico.

 

El principal empleo de cada es, en efecto, el distributivo. Se trata de una palabra morfológicamente invariable, que siempre tiene función secundaria. Actualiza a un elemento en función sustantiva y no es susceptible de ser sustantivado. Sólo admite la combinación con sustantivos que designan realidades numerables, en número singular.

Cada mochuelo a su olivo.

 

Cada se une a uno o a cual formando auténticos pronombres compuestos con valor distributivo: cada uno, cada cual.

 

Llevó regalos para cada uno.

 

Sendos es un indefinido distributivo que tiene solo un empleo libresco. Tiene siempre número plural y realiza una distribución, uno a uno, entre dos conjuntos de sustantivos:

 

Por el camino venían tres caballos montados por sendos jinetes (cada caballo tenía su propio jinete)

 

h)      tal, tanto

 

tal es una palabra que solo admite flexión de número normalmente desempeña una función adjetiva. Es un ponderativo de cualidad, lo que permite que aparezca en construcciones consecutivas:

 

Era tal su angustia, que no descansaba

 

A veces, cuando precede al sustantivo, aporta significados semejantes a los de los demostrativos:

 

Decían que Luis era el autor del robo, pero él no había hecho tal cosa (esa cosa)

 

Tanto admite flexión de género y número. Puede desempeñar tanto la función primaria como ka secundaria y la terciaria. Es un ponderativo de cantidad, por lo que aparece también en construcciones comparativas y consecutivas:

 

Tenía tantos libros como su hermano

 

 

Pronombres relativos.

 

Lo característico de los pronombres relativos es su doble naturaleza: como pronombres, es decir, como palabras gramaticales con función primaria y significado ocasional, y como nexo interoracional.

 

Que

 

Es el relativo por excelencia, tiene un empleo muy frecuente y puede intercambiarse prácticamente con todos los demás relativos.

Es una palabra formalmente invariable; no tiene flexión ni admite ningún tipo de derivación. Puede desempeñar distintas funciones adoptando, según el papel que desempeñe, naturalezas distintas. Que puede ser:

 

1.      pronombre relativo. Es un elemento pronominal que tiene, en el enunciado del que forma parte, una función sustantiva; toma su significación de un elemento presente en el contexto al que se le llama antecedente, y subordina la oracion que introduce transponiéndola a una función equivalente a la de los adjetivos.

 

Me gusta el libro que estoy leyendo.

 

2.      conjuntivo: cuando desempeña esta función, carece totalmente de valores pronominales. Es una palabra que cumple funciones de nexo oracional, como cualquier otra conjunción.

 

Quiero que vengas.

 

Quien

 

Es un pronombre relativo que siempre hace referencia a un antecedente personal.

Tiene flexión de número: quien / quienes. Siempre tiene función primaria. Puede construirse con antecedente expreso o sin él. No necesita artículo. Podemos decir que el valor de quien es equivalente articulo + que, cuando tiene un antecedente personal:

 

 Quien lo haga tendrá mi aprobación / el que ( la persona que) lo haga…

El pronombre relativo que sólo será equivalente a quien cuando vaya precedido de artículo y tenga referente personal:

 

Tengo una amiga que es húngara / * tengo una amiga quien es húngara

 

El cual, la cual, lo cual, los cuales, las cuales.

 

Debe observarse que el artículo siempre acompaña a la forma cual, de manera que artículo + cual constituye una unidad indisoluble.

El cual necesita un antecedente expreso; la flexión de género y número del artículo y la flexión de número de cual son las marcas por medio de las que se manifiesta la concordancia con su antecedente.

En algunos casos el cual desempeña funciones semejantes a las de los demostrativos:

 

Debe ir por este pasillo; después verá un vestíbulo, pasado el cual encontrará usted el despacho que busca.

 

 

Cuyo

 

Funcionalmente es un adjetivo y concuerda en género y número con el sustantivo al que acompaña y no con su antecedente. Cuando el sustantivo al que acompaña es término de preposición, se intercala entre ésta y el sustantivo:

 

Mañana te presentaré a la persona con cuyo dinero empecé mi negocio.

 

Cuanto

 

Es un relativo que tiene una significación de totalidad. Se emplea tanto con función adjetiva, precediendo al sustantivo al que se refiere, como con función sustantiva:

 

Cuantas cosas tengo son suyas / (todas las cosas que tengo son suyas)

 

Los relativos adverbiales: donde, cuando, como

 

Son elementos pronominales que tienen una clara referencia anafórica y el significado léxico que en cada contexto les proporciona su antecedente.

La significación obligatoria de lugar, tiempo y modo que adquieren estos relativos adverbiales condiciona la naturaleza de los sustantivos que les pueden servir de antecedente; los sustantivos que significan lugar son relativamente abundantes, los temporales y modales mas bien escasos.

 

 

 

 

 

 

Pronombres interrogativos-exclamativos.

 

Son palabras de las que dispone la lengua para expresar contenidos interrogativos o exclamativos.

Frente a los pronombres relativos, que suelen tenr una orientación anafórica, los interrogativos suelen tenerla catafórica.

 

¿Cuándo ha venido María?

 

La forma de estos pronombres es la misma que la de los relativos.

Pueden desempeñar funciones de sustantivo, de adjetivo o de adverbio, aunque algunos de estos pronombres pueden desempeñar únicamente una función:

 

1.      quien siempre tiene una función sustantiva:

               ¿Quién viene?

 

2.      qué, cuánto y los anticuados cuál y cuán pueden tener funciones sustantivas, adjetivas o adverbiales:

 

¿qué quieres?

 

Cómo,dónde y cuándo sólo funcionan como adverbios.

 


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