MEMORIA

    Hemos comentado anteriormente los déficits que el niño con síndrome de Down presenta en cuanto a la percepción (rapidez perceptiva, capacidad de discriminación visual y auditiva, etc.) y la atención, requisitos fundamentales para posibilitar una retención memorística adecuada.

    La memoria es importante no sólo en cuanto a los aprendizajes escolares; sino también en el desarrollo general como persona, de ahí la necesidad de potenciar esta capacidad de forma sistemática en estos niños.

¿Qué podemos hacer?

  • Trabajar estrategias de reconocimiento previamente a las específicas de recuerdo.
  • Conseguir la adquisición de un nivel adecuado de memoria inmediata antes de reforzar la memoria secuencial.
  • La repetición será un medio para lograr la asimilación de conocimientos, intentando provocar actitudes lo más conscientes posibles y no mecánicas.
  • Conseguir que la información a memorizar llegue por el mayor número de vías sensitivas posible. En concreto, conviene apoyarse en mecanismos perceptivos relacionados con la percepción táctil y sensomotora al trabajar la memoria visual y auditiva.
  • Organizar la información: cualquier información debe conectar con datos e informaciones previas que el niño posea, lo cual favorecerá una mayor duración del recuerdo y una mejor asimilación.